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viernes, 10 mayo 2024
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La gran seducción: Calentamiento global

Por Luis Pietragala

Esta película canadiense viene precedida de múltiples premios y nominaciones; entre ellos, el del público del festival Sundance 2004.

Es una historia sobre los desocupados y los pueblos fantasma, como los que desde la restauración conservadora de los años 80 se multiplican por el mundo (ambos, pueblos y desocupados).

La asociación con Full monty es inevitable, más allá de que ésta transcurriese en la otrora opulenta Sheffield inglesa, donde el cierre de las acerías cambió a su paisaje y a su gente. Gente que, junto con su empleo, perdió su dignidad; y que, curiosamente, para recuperarla se vio obligada a recurrir a la exhibición de la propia persona a través de un desnudo completo (full monty). Obra potente, cáustica, de mirada crítica, su final no es una solución en sí sino un modo de estar menos peor.

La gran seducción, morosa comedia, toma la misma problemática de desempleo y desempleados marginados del sistema a través de un ligero humor, la mayoría de las veces fallido. Es en su último tercio donde tiene más fuerza, ya que logra entonces que haya mayor identificación con los personajes.

Pero, en última instancia, si bien no es un gran filme, tampoco es bochornoso; se deja ver. Un elenco parejo y seguro sumado a ciertos aciertos del guion llevan la acción adelante (por ejemplo, es brillante la transformación de una vieja y fea casa en monumento histórico, por obra y gracia del viejo truco del anclaje mediante un texto).

No obstante, al terminar la proyección queda flotando un “ruidito”: ¿será suficiente el voluntarismo, el “tú puedes” digno de los libros de auto ayuda, para revertir un estado de cosas como la desocupación? ¿Es la coima el único modo? ¿Lo es volver a un trabajo, en otros tiempos considerado alienante y del que hoy se siente nostalgia? ¿Esconderá esta actitud de añoranza de un pasado con una gloria que nunca existió, y que transmite claramente esta película, un modo decirnos que es preferible ser explotado a no trabajar? ¿Y que la felicidad consiste en trabajar sin cuestionar?

El primer mundo también sufre, parecería decirnos, y si eso le pasa al país donde más se tienen en cuenta los derechos humanos, ¿qué quedará para el resto?

Resultan poco conmovedoras las desgracias de los habitantes de ese pueblo, que mes a mes reciben su estatal subsidio de desempleo, comparadas con las que vemos todos los días por aquí.

Un filme también es posible juzgarlo en función del contexto cultural en que se produjo y en donde se lo recibe.

Título: La gran seducción.
Título Original: La grande séduction.
Dirección: Jean-François Pouliot.
Intérpretes: Raymond Bouchard, David Boutin, Benoît Brière, Pierre Colin, Lucie Laurier y Clémence Desrochers.
Género: Comedia.
Clasificación: Apta todo público.
Duración: 108 minutos.
Origen: Canadá.
Año de realización: 2003.
Distribuidora: Distribution Company.
Fecha de Estreno: 14/04/2005.

Puntaje: 6 (seis)

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