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sábado, 27 abril 2024
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Porque yo lo digo!: Cursilería S.A.

Ya es tiempo de que algún alma caritativa llame a Diane Keaton por teléfono o la lleve a un reservado en algún lugar tranquilo y le diga lo que a simple vista resulta casi una obviedad: ¡estás cada día más insoportable, vieja! Sin la edad apropiada para componer a estas madres castradoras la veterana actriz (recordar que en otro siglo fue la musa inspiradora de Woody Allen provoca dolor, mucho dolor) se prodiga en demasía desplegando un arsenal de mohines que en una personita más joven podría tolerarse por la frescura de la edad. Pero a una señora de sesenta años decididamente le sientan mal. Tan mal como para que nos olvidemos que esta misma dama supo iluminar la pantalla con roles brillantes en filmes inolvidables, como la trilogía de El padrino, Buscando a Mr. Goodbar (quizás el mejor papel de toda su carrera) o algunas gemas de Woody Allen (otro que está de vuelta sin lugar a dudas), entre las cuales no pueden omitirse Dos extraños amantes, Interiores o Manhattan. Una comedia tan pobre como la flamante Porque yo lo digo! sólo sirve para establecer una odiosa comparación entre lo que fue y lo que representa hoy día Mrs. Keaton para el cine de su país. La-men-ta-ble.

El nuevo film del -en ocasiones atendible- realizador Michael Lehmann (Heathers, Hudson Hawk, La verdad acerca de perros y gatos) presenta todos los defectos todos: timing inexistente para el género, historia hiper-conservadora, personajes principales pseudos-liberales que dicen mucho y hacen poco, estereotipos de toda índole (los “novios” de Mandy Moore están en las antípodas: uno es un arquitecto controlador lleno de guita y el otro un músico comprensivo al que no se le cae ni una moneda de los bolsillos), humor chato y ramplón, cursilería tan desmesurada como para que cada tanto uno aparte los ojos de la escena por vergüenza ajena y, como si todo esto fuera poco, la ya mencionada Diane Keaton en tren de animosa anfitriona pasada de revoluciones y con el tono de voz una octava por encima de lo necesario. Lo único que le falta al personaje es robarle a Jim Carrey su famosa frase de La máscara: “Ooh, somebody stop meeee!”.

El guion de las mediocres Karen Leigh Hopkins y Jessie Nelson narra con mucha torpeza las andanzas de Daphne Wilder (Keaton) y sus grandulonas hijas Maggie (Lauren Graham), Mae (Piper Perabo) y Milly (Mandy Moore, que insiste en cantar aunque nadie se lo pida) por alcanzar la felicidad. Una vez casadas Maggie y Mae, Daphne se obsesiona con encontrarle pareja a Milly, que es una especie de imán para hombres comprometidos, indefinidos sexualmente o con un pasado demasiado complicado. No tiene Daphne mejor idea que publicar un aviso en internet a los efectos de convocar posibles candidatos para su hija y, tras hacer una cuidadosa selección entre ellos, invitar a los “ganadores” a conocer a su preciada joyita. De este dudoso casting surge el riguroso Jason (Tom Everett Scott a una década de Eso que tú haces!), el favorito de Daphne, y el bohemio Johnny (Gabriel Macht, el más relajado y espontáneo del elenco), que se convertirá en el auténtico amor de Milly. El conflicto entre lo que quiere la chica y las presiones de su imbancable mamacita generan algunos enredos tibios que más que con una sonrisa se siguen con un rictus amargo en la boca… hasta llegar a una resolución donde cada una encuentra la horma de sus zapatos para el infaltable “happy ending”.

A diferencia de tantas otras comedias románticas igualmente previsibles, el desarrollo de Porque yo lo digo! nunca llega a conformar las aspiraciones mínimas del espectador promedio: que lo entretengan como Dios manda. Ni la belleza de las chicas protagonistas es capaz de hacerme cambiar de opinión. Película mala, infinita, interminable… y encima con Diane Keaton. Peor no puede ser.

Título: Porque yo lo digo!
Título Original: Because I Said So.
Dirección: Michael Lehmann.
Intérpretes: Diane Keaton, Mandy Moore, Lauren Graham, Piper Perabo, Gabriel Macht, Stephen Collins, Tom Everett Scott, Ty Panitz, Matt Champagne, Colin Ferguson y Tony Hale.
Género: Comedia, Romance.
Clasificación: Apta mayores de 13 años.
Duración: 102 minutos.
Origen: EE.UU.
Año de realización: 2007.
Distribuidora: Alfa Films.
Fecha de Estreno: 28/06/2007.

Puntaje: 3 (tres)

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