Por Pablo Arahuete
En Los corroboradores, la historia argentina exhibe sus contradicciones de modelos de país con la misma energía en que los acontecimientos fueron cimentando lo que hoy denominamos Nación. En ese sentido, el descubrimiento de una Logia que terminó por desaparecer a principios de la década del ’30 abre la puerta a la idea de falso documental para entrelazar datos históricos con un desencadenante policial, rodeado de intriga, conspiraciones y una periodista francesa inquisidora y dispuesta a revelar el misterio detrás de la Logia. En esta entrevista con el director Luis Bernardez nos adentramos en el universo de Los corroboradores y de paso reflexionamos sobre la identidad y esa costumbre bien nuestra de mirar hacia afuera antes que hacia adentro.
Pablo Ernesto Arahuete- Te enteraste de esta sociedad secreta casi por accidente, creo que por una foto ¿ Creíste desde el vamos en la idea de copiar arquitectura parisina para transformar Buenos Aires o dudaste de la verosimilitud para salir a investigar un mito ?
Los edificios están ahí, los planes francófilos están documentados. Lo que faltaba era entender por qué el mito había caído en el olvido.
Luis Bernardez: –En ningún momento dudé. Si uno recorre la ciudad, lo corrobora cabalmente. Por algo Buenos Aires fue, durante décadas, La París de Sudamérica. Los edificios están ahí, los planes francófilos están documentados. Lo que faltaba era entender por qué el mito había caído en el olvido.
P.E.A.: – ¿Cuáles fueron tus criterios para darle rigor a la investigación ?
Luis Bernardez: -Los de cualquier tipo investigación, tanto policial como histórica. Todos los datos que se dan en la película son reales. Las personas, los eventos, los edificios, los sucesos, todos ocurrieron. Los Corroboradores se plantea con elementos de thriller y policial, puede pensarse como un thriller arquitectónico.
P.E.A.:- ¿ Siempre tuviste presente la idea de la periodista Francesa como narradora de la historia ?
Luis Bernardez: –Sí, la investigación la llevó adelante siempre Suzanne. Ella nos dio los materiales para reconstruir el mito. Su investigación es también la nuestra. Vemos lo que ella descubre en el momento en que lo descubre. El espectador está en el mismo grado de saber que ella, a medida que avanza la película.
P.E.A.: – ¿ Considerás que un mito es una forma encubierta de una verdad o una manera oculta de interpretar hechos de la realidad histórica ?
Luis Bernardez: –Es una forma de crear imaginario. Y nada más real que el imaginario, como nada más imaginario que lo real. Ambos son construcciones. Como cualquier relato, en este caso, una película. El mito habla en varios niveles. En el caso de Los Corroboradores, habla de nosotros los porteños, de nuestra identidad, de nuestras apiraciones, de nuestro querer ser. De qué modelo de país queremos, qué tipo de ciudad habitamos. De qué queremos ser como sociedad y país. El mito es más poderoso que la historia.
P.E.A.: – Recurrir a la copia es un signo de falta de autenticidad ¿Crees que con la identidad de este país pasa lo mismo ? ¿ Qué sería algo Argentino, sin los ojos puestos en otros lugares o culturas ?
Luis Bernardez: –No sé si la copia es falta de autenticidad. En otras culturas no. En la occidental moderna sí. Pero pasa algo interesante en cómo nos vemos, en cómo creemos o esperamos que nos vean y en qué creemos que somos. Amamos nuestra ciudad, o sentimos el orgullo de la París del Plata… pero es una copia. Entonces, cómo ser a partir de identificarse con la copia, con lo no original. ¿Qué amamos? ¿La versión? ¿Nos pensamos desde ahí, desde una distancia transatlántica o desde nuestro entorno? El asunto es complejo y la película lo tematiza y se lo deja al espectador.
P.E.A.: – ¿ Creés posible que hoy pueda en esta realidad del país y del mundo aspirarse a un ideario como el que anhelaban las clases elitistas de aquella Argentina ?
el modelo ha cambiado y ya no es París, sino Miami.
Luis Bernardez: –El ideal elitista se mantiene. Alcanza con ver el modelo de país que se ha retomado. No ha cambiado. No ha podido instalarse en su totalidad, ha sido resistido. Además de que el modelo ha cambiado y ya no es París, sino Miami.
P.E.A.: – ¿Cuándo surge en vos la idea de abrazar elementos de género que sutilmente desplazan el registro documental de Los Corroboradores?
Me gustan las películas que mutan.
Luis Bernardez: –Desde un inicio la idea era trabajar la cruza de géneros. Me gustan las películas que mutan. Quería probar ese desplazamiento. Y la trama conspirativa se prestaba perfectamente para esa transformación a medida que avanza el relato.