Por Pablo Arahuete
El BAFICI permite tomar contacto con directores talentosos, conocer sus univesos y tópicos, pero hay casos como el de Maximiliano Schonfeld que proponen además una mirada renovada de lo bucólico, la naturaleza y las pasiones humanas. La helada negra retoma los espacios que dejó Germania para profundizar en la textura de la imagen la mistica invisible entre el cine y la magia de la superstición. En esta entrevista exclusiva el director nos cuenta algo más sobre su segundo opus que se estrena tras su paso por Berlin en las salas del BAFICI.
Pablo E. Arahuete.- ¿Qué correspondencias se pueden trazar entre Germania y tu nueva película donde nuevamente el campo y el tiempo suspendido ocupan un espacio importante ?
Maximiliano Schonfeld.- En Germania nos habíamos planteado utilizar el espacio y el concepto de “postales” como una suma de recortes o cuadros de un pueblo representados por una pequeña historia familiar. En cambio en La Helada Negra abrimos una de esas “postales” y la exploramos a fondo. En este caso era la gente esperando junto a una gruta o bajo los árboles a que el milagro suceda. Además hay una continuación en la manera en que producimos ambas películas, el cuidado de ciertos aspectos estéticos y el trabajo con actores que se repiten en ambas historias y que sus personajes tienen cierta resonancia entre ambas. Siento que una película se apoya en la otra.
P.E.A.-¿ Qué buscaste a la hora de introducir a una actriz entre un grupo de no actores ?
Maximiliano Schonfeld.- El personaje de Alejandra es básicamente un invasor, y sentíamos que la presencia de una actriz iba a tener el mismo efecto entre los no actores. Es una conclusión algo vaga, pero trabajamos en post de que suceda de manera natural. El carácter de Ailín Salas (ella es muy callada y tímida) y que viniese de Buenos Aires (que siempre es el más allá) nos permitía trabajar esa energía y apropiarla para el relato. Además esa idea de “profesionalización” hacía que el resto de los no actores estén siempre atentos a lo Ailín proponía.
P.E.A.-Contanos acerca de la decisión y el criterio de utilizar planos secuencia y profundidad de campo en tu película ¿Qué te proporcionan ambos recursos?
Maximiliano Schonfeld.– Creo que el plano secuencia lo utilizamos como un recurso para seguir situaciones que generalmente se nos presentan en los relatos como secundarias. Por ejemplo cuando los feligreses se alejan o cuando Bin Laden se va con las hijas por el campo. Se van del “set” o de la trama, y para mi era importante saber que pasaba con esos personajes cuando se alejaban del centro de la escena. La fe es como caminar por puntos suspensivos, es algo en constante evasión, que si bien tiene simbologías creemos que se puede rastrear en pequeños gestos que aparecen todo el tiempo.
Y con respecto a la profundidad de campo, te diría que es casi una “forma” de encuadrar que encontramos con Soledad Rodríguez. Esta es la tercera vez que trabajamos juntos y casi no necesitamos hablarnos para saber qué es lo que piensa el otro en el momento de elegir las tomas. Ella tiene una maravillosa sensibilidad para entender y plasmar la atmosfera que cada película necesita.
P.E.A.-¿ Podrías considerar a la Helada Negra como parte de una relectura de aquellas historias o leyendas que atraviesan las creencias en ciertos rincones de las provincias ?
Maximiliano Schonfeld.- Empiezo a escribir partiendo de pequeñas anécdotas o relatos que voy recolectando sobre todo en el campo o en las aldeas. O sea que voy armando un imaginario de historias y de personajes. Después buscamos una “excusa” que sería la narración, pero cada parte de esa narración está compuesta por esos relatos.
También me gusta trabajar la fábula. Creo que la fábula contiene aquello que “ocurrió” y que no podemos verificar su autenticidad. Es como un susurro de campo, una historia de esas que se cuentan a la noche. Nosotros queríamos que la película sea una pequeña historia de esas que se cuentan en voz baja y que se van deformando con el tiempo.
P.E.A.-¿ Qué aspectos te resultan positivos y cuáles negativos en relación a la creencia de los milagros ?
Maximiliano Schonfeld.- Si bien no soy una persona muy mística, creo que los milagros están todo el tiempo alrededor nuestro. Incluso el cine es un milagro. Y terminar una película también!
