Por Pablo E. Arahuete
A riesgo de no ser simplista, se podría decir que Caminando sobre el agua es un producto israelí bien intencionado que pretende explorar los dilemas morales de un agente del Mossad a partir de su última misión. Reflotar la persecución de jerarcas nazis -ya longevos y diseminados por el mundo- resulta hoy, con el conflicto de Medio Oriente encima, sospechoso o al menos oportunista. Se corre el riesgo de relativizar las cosas y entonces entran en la misma bolsa un nazi y un terrorista islámico.
Este film intenta escapar de esa premisa y busca revelar el costado humano y psicológico de sus personajes al establecer un contrapunto que los aproxime más allá de los prejuicios. Sin embargo, la poca sustancia con que están delineados los conflictos y sus actores es pobre y bastante superficial.
La crisis existencial que atraviesa Eyal (Lior Azhkenazi), un oscuro agente del Mossad, se acrecienta tras un período de convivencia con Axel y su joven hermana. Nietos de un ex nazi, Axel y la hermana toman contacto con Eyal cuando éste se hace pasar por guía turístico. De inmediato, gana su confianza y allana el camino para llegar al objetivo, quien en algún momento estuvo oculto en Argentina. Así, a medida que la relación crece, Axel y el agente encubierto fortalecen el vínculo, comparten sus miedos y descubren que pese a las diferencias hay cosas que nunca cambian.
Un thriller político lavado groseramente para convertirlo en una “buddy movie” (parejita de compinches) poco convincente y para olvidar.
Título: Caminando sobre el agua.
Título Original: Lalehet al hamayin aka Walk on Water.
Dirección: Eytan Fox.
Intérpretes: Lior Ashkenazi, Knut Berger, Caroline Peters, Gideon Shemer, Hanns Zischler, Carola Regnier y Yousef ‘Joe’ Sweid.
Género: Drama, Thriller.
Clasificación: Apta mayores de 16 años, con reservas.
Duración: 103 minutos.
Origen: Israel/ Suecia.
Año de realización: 2004.
Distribuidora: CDI Films.
Fecha de Estreno: 24/08/2006.
Puntaje: 4 (cuatro)
