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jueves, 28 marzo 2024
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Gánster Americano: Belleza y Vacuidad

Por Emiliano Fernández

A modo de resumen, diremos que Gánster Americano es entretenida, está ejecutada con profesionalidad, carece de vuelo conceptual, pierde el foco en subtramas irrelevantes y no termina de convencer debido a sus numerosas flaquezas.

Gánster Americano: Belleza y Vacuidad 1

Gánster Americano prometía mucho más. A pesar de los últimos fallidos de Ridley Scott, uno siempre mantiene las esperanzas y el respeto para con un director que nos ha dado un puñado de películas increíbles. Pero no aprende e insiste con ese pedazo de mampostería llamado Russell Crowe, poseedor de la capacidad compositiva de un limón. Denzel Washington tampoco es una maravilla; no obstante cumple en su eterno papel de tipo recio y elegante, aquí por supuesto haciendo una vez más de sí mismo. American Gangster se asomaba como uno de los blockbusters del año y un número puesto a la hora de los Oscars, pero defrauda como tantos otros proyectos que involucran presupuestos gigantescos y miembros del star system con más cirugías estéticas que talento. Sin embargo no es el despropósito que podría haber sido y se constituye en un policial sobre el crimen organizado bastante llevadero pese a sus dos horas y media de duración. El amigo Ridley nos regala otro film hermoso y muy bien filmado, aunque esencialmente vacío y torpe…

Gánster Americano: Belleza y Vacuidad 2La historia está basada en “hechos reales”. En el Harlem de finales de los 60’s y principios de los 70’s, Frank Lucas (Washington), un matón de segunda criado por uno de los jefes que controlaban el trafico de drogas del barrio, se encuentra desamparado y sin poder ante la repentina muerte de su maestro. Sin muchas perspectivas, diseña un sencillo pero eficaz plan de importación clandestina. En plena guerra de Vietnam, utiliza un contacto en la milicia estadounidense para comprar heroína barata y de máxima pureza en Tailandia con el fin de traerla a los Estados Unidos y revenderla. La estrategia genera suculentos frutos. Los precios populares y la amplia aceptación del producto terminan eliminando la competencia y erigiendo eventualmente a Lucas en un “Narco- Señor” sostenido por una extensa red de sobornos, asesinatos y control familiar. La contrapartida policial viene de la mano de Richie Roberts (Crowe), un oficial súper honesto que se gana la enemistad de todos sus colegas cuando encuentra un millón de dólares en los bajos fondos metropolitanos y decide no conservarlo. Con una reputación de honesto (y tonto) a cuestas, se le asigna como responsable máximo de una nueva elite antidrogas. Desde ya que las posteriores averiguaciones lo conducen hacia el negro todopoderoso que se independizó de la mafia italiana y maneja el negocio con una moral paradójicamente muy siciliana…

Como se puede apreciar, la película es en exceso derivativa. De hecho, funciona como una Gánster Americano: Belleza y Vacuidad 3colección heterogénea de diferentes elementos pertenecientes a clásicos como Contacto en Francia (1971), El Padrino (1972), Sérpico (1973), Caracortada (1983) y Buenos Muchachos (1990). Sin lugar a dudas con la que tiene más puntos en común es Blow, profesión de riesgo (2001), una realización poco conocida con Johnny Depp que también trazaba un paralelo entre el ascenso de un narcotraficante y la consumación algo bizarra del “sueño americano”. Las similitudes son tantas que la única diferencia significativa la hallamos en el tono general de la propuesta, aquí un poco más amargo y en aquella relajado, casi distendido. Ya no llama la atención la levedad e inconsistencia en lo que hace al pobre retrato de los protagonistas. Scott nos tiene acostumbrados a un escuálido desarrollo de personajes (muchos clichés, poca carnadura y reacciones elementales); pero ahora hay que agregarle, desde La caída del halcón negro (2001) a esta parte, un desinterés total por la ética que guía el accionar de estos seres. Reparo que lo es no tanto en función de la ideología detrás del film, sino en relación al verosímil y la coherencia interna. Más allá del tufo conservador y chauvinista, los principales problemas pasan por las incongruencias sistemáticas, algunas situaciones francamente ridículas y el hecho de que no le llega ni a los talones a las obras supremas que intenta imitar. Todo esto también se le puede achacar al guión del errático Steven Zaillian, el que peca de naif, superficial y hasta cobarde en su abordaje del tema central.

Gánster Americano: Belleza y Vacuidad 4El realizador inglés nunca se cae del todo pero sigue en baja (o por lo menos en una medianía preocupante). Los Tramposos (2003), Cruzada (2005) y Un Buen Año (2006) estuvieron lejos de sus grandes trabajos de los 70’s y los 80’s. Parece que está fagocitado en exceso por Hollywood y acercándose a su hermano menor -en todo sentido del término-, el padre biológico de la estética videoclipera Tony Scott. El septuagenario cineasta vuelve a compensar los faltantes con un excelente trabajo de cámara, una fotografía bellísima, un montaje irreprochable y una selección musical muy acertada. Otra vez el elenco deja bastante que desear… no se comprende si son deficiencias de casting o la nulidad absoluta del equipo creativo en cuanto a la dirección de actores. Crowe continúa en el mismo pozo en el que lo dejó Ron Howard, estereotipado en papeles de héroe de la clase obrera y semental todo terreno. En realidad es Denzel Washington el que acarrea la película sobre sus hombros. A pesar de que sigue repitiendo unos cuantos tics a esta altura aburridos y cansadores, logra transmitir seguridad en la construcción de este capo delictivo que dio forma a un imperio del polvo blanco. Pero claro… como Frank Lucas tiene la sonrisa del bonachón Denzel, nunca puede ser del todo malo. Amén por la industria del espectáculo.

Falta acción que ponga los nervios de punta (pocos momentos y no del todo inspirados) y Gánster Americano: Belleza y Vacuidad 5sobran diálogos en unas cuantas secuencias (sobre todo llegando a la mitad). Por otro lado y sin adelantar nada, podemos decir que el final rankea como uno de los más forzados e involuntariamente graciosos de la temporada, sea fiel o no a lo acontecido más allá de la ficción. Nunca está de más recordarlo: las películas poseen su propia lógica al margen de cualquier cronología sumaria de acontecimientos. Esto es cine, no periodismo. Y por supuesto que al espectador promedio le interesa poco o nada el grado de acatamiento por parte del relato con respecto al caso original. A modo de resumen, diremos que American Gangster es entretenida, está ejecutada con profesionalidad, carece de vuelo conceptual, pierde el foco en subtramas irrelevantes y no termina de convencer debido a sus numerosas flaquezas. Scott será un gran esteta capaz de administrar con genialidad los distintos recursos plásticos del arte cinematográfico, pero su incapacidad para redondear una historia en verdad elaborada y portadora de una mínima sorpresa lo separa de narradores expertos como Martin Scorsese o Michael Mann. Con el fin de no echar más leña al fuego dejaremos de lado el componente exploitation para con el éxito de Los infiltrados (2006). Mucha droga, sí… aunque de policial duro y realista, nada. Una pena. Estamos ante una versión romántica, incompleta y apta para todo público de un mercado en constante y terrible expansión: el de los estupefacientes.

Gánster Americano: Belleza y Vacuidad 6Título: Gánster Americano
Titulo original: American Gangster
Director: Ridley Scott
Género: Basado en artículo periodístico, Crimen, Drama
Intérpretes: Russell Crowe, Denzel Washington, Cuba Gooding Jr., Josh Brolin, RZA, John Ortiz, John Hawkes, Ted Levine y Yul Vazquez
Duración: 157 minutos
Origen: Estados Unidos
Año Realización: 2007
Distribuidora: UIP
Fecha Estreno: 03/01/2008

Puntaje 4 (cuatro)

El staff opinó:

-Quizás este sea uno de los mejores trabajos del irregular Ridley Scott, quien apuesta a una narrativa sólida que se toma su tiempo para atravesar el arco de transformación del ascenso y caída de este siniestro personaje. En la piel de Denzel Washington, Frank Lucas cobra fuerza como el Scarface de Al Pacino y Russell Crowe como su antagonista recuerda a Sérpico. Un policial como los de antes.- Pablo E. Arahuete (8 puntos)

-Ridley Scott trata de recuperar algo de la dignidad de su pasado tratando de contar “este policial a la antigua” sin el sensacionalismo que el género perpetra en la actualidad. Si bien la tentativa es buena, la película no tiene ni el nervio ni la convicción que títulos como Caracortada, Sérpico o Buenos Muchachos transpiraban casi sin esfuerzo en sus respectivas épocas. Gánster Americano, cual Fuego contra Fuego versión retro, en definitiva cuenta el mismo cuento del policía y el ladrón de siempre y en un registro que juega a imitar, en vez de crear, un estilo cinematográfico. Una jugada cómodamente comercial que Scott no se hubiese atrevido a emplear si Los Infiltrados no hubiera captado la atención del público, y sobre todo de la academia, el año pasado.- Juan Blanco (5 puntos)

-Un historia atractiva, minuciosamente narrada por el talento de Ridley Scott (nunca más funcional que en esta película) y soberbiamente apuntalada por un elenco de notables encabezados por los brillantes Denzel Washington y Russell Crowe. El nacimiento, apogeo y caída de un brutal narcotraficante pocas veces estuvo mejor contextualizado históricamente que en esta por momentos feroz biopic de un tipo dispuesto a todo para escapar de la pobreza. Atrapante pese a las casi tres horas de metraje.- Diego Martínez Pisacco (8 puntos)

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