Por Pablo Arahuete
Decía la canción de Pedro y Pablo grabada en 1982 “Dónde va la gente cuando llueve”, pero pocos se preguntaban y preguntan dónde están o van aquellas películas argentinas que nunca se terminaron. Fragmentos que quedan en un limbo por múltiples causas y no exclusivamente por el peso de una época de censura como el padecido por este país décadas atrás. Disparador lo suficientemente atractivo para que Leandro Listorti buscara desde lo cinematográfico una posible respuesta en su opus La película infinita, recientemente exhibida en el BAFICI. Otra historia del cine argentino, títulos desconocidos y la sensación de que nada se pierde. Tampoco te podés perder esta entrevista.
Pablo Ernesto Arahuete: – Imagino que como cinéfilo cumpliste el sueño que es darle forma a lo uniforme ¿Cómo se gesta La película Infinita ?
Leandro Listorti: – Fue a partir de preguntarme qué sería de todos esos proyectos cinematográficos que nunca fueron terminados. Empezar a leer, preguntar y trabajar para dar con los títulos y el material fílmico.
P.E.A.:- ¿ A qué se debió que muchas de las que recuperás aquí en esta obra no hayan podido terminarse ?
Leandro Listorti: -Los motivos son varios, pero principalmente se trata de problemas económicos o de la muerte del director o algún protagonista. Y eso deja a las películas en una especie de limbo, a veces muy cerca de haber estado finalizadas.
P.E.A.:- ¿ Se puede pensar en la idea de Infinito a partir de las interpretaciones o lecturas que puedan hacerse de cada historia que se filma ?
Leandro Listorti: -Yo creo que la idea de infinito se desprende más bien del hecho de lo no finito, que ninguna de esas historias están cerradas, clausuradas. Y al mismo tiempo, la búsqueda que iniciamos de material continúa, por lo que continuamente estamos encontrando y recibiendo más material. Es una película que podría no terminarse nunca, siempre en constante creación.
P.E.A.: – La finitud de un film se relaciona con la materialidad, es decir, el deterioro lógico tras el paso del tiempo ¿ La infinitud entonces se encontraría implícita en el anhelo de resistir al tiempo y su inexorable avance sobre lo material ?
Leandro Listorti: -También hay algo de eso. Elegimos centrarnos en películas filmadas en soporte fílmico (16mm y 35mm) que es un soporte más resistente que el video o el digital, por lo que la idea de “eternidad” está más presente. Por otro lado, los materiales son muy diversos y fueron almacenados de distintas maneras por lo que el paso del tiempo también se hace visible en sus imperfecciones y marcas.
P.E.A.: – ¿ Cuál fue tu línea de investigación para luego montar este film ?
Leandro Listorti: -El trabajo de investigación nos sirvió para tener el suficiente material como para poder trabajar con libertad en el montaje, seleccionando lo que nos parecía más atractivo y útil. El montaje (a cargo de Felipe Guerrero) se articuló con el diseño sonoro (otro gran trabajo de Roberta Ainstein) para avanzar de forma conjunta en un lado y en el otro. Ideas de sonido se probaban en la edición, y estructuras y climas se pasaban al sonido. Así avanzamos al comienzo y luego ya con una idea clara y precisa de cuál era el destino.
P.E.A.: – Si alguien te preguntase cómo encontrarle sentido a un viaje de fotogramas y fragmentos para trazar un posible recorrido ¿ Cuáles serían de acuerdo a tu opinión las señales de atención y cuáles los atajos que no debería respetar ?
Leandro Listorti: -El recorrido es personal y único. Nosotros nos limitamos a distribuir y preparar el terreno para que cada uno pueda perderse en él y aportar sus propias ideas y conocimientos para que cada visión sea algo nuevo y complementario. No hay atajos ni caminos correctos.