Por Pablo Arahuete
El Patalarga (ver crítica) es una nueva apuesta del cine argentino a la animación para niños y no tan niños. Es más que sabido lo difícil que resulta concretar proyectos como éste. Pero mejor conocer de primera mano la palabra de su directora Mercedes Moreira, en esta entrevista exclusiva con CineFreaks.
Cuando trabajás para un público infantil es bueno lograr que los pibes reflexionen sobre si mismos y su entorno
Pablo E. Arahuete: -Específicamente, ¿Cuál fue la técnica de animación y cuánto tiempo demandó filmar la película?
Mercedes Moreira: -La técnica de animación es Cut Out Fotocollage, la técnica Cut Out es una técnica de animación de recortes muy antigua que al digitalizarse dio la posibilidad a una exploración mucho más grande. Dentro de la técnica, y la variante de foto collage, aporta mucha riqueza a la estética de los personajes y fondos. La película demandó alrededor de tres años de trabajo en equipo.
P.E.A.: – ¿En base a qué criterio se eligieron las distintas voces donde se pueden reconocer actores de gran popularidad?
Mercedes Moreira: -Al leer el guion que escribió Edgar Roggenbau, con quien creamos hace varios años la productora de animación Eucalyptus, supe al toque con quién quería trabajar los personajes, supe que Teto tenía que ser Charo López; Chanchurro, Favio posca; Peto Menahem, el Patalarga; Martina, Azul Fernández; el padre de Maru, Julián Lucero. Me costó un poco encontrar la voz adecuada para el personaje de Ramón pero en cuanto se me vino a la mente Tamara Kiper me di cuenta de que era la actriz ideal para el personaje. Estoy feliz con todas las actuaciones y en general lo que más me gusta es poder trabajar con humoristas, y en este caso tuve la posibilidad de hacerlo con varios de los que soy súper fana.
P.E.A.: -Hay un aspecto respecto a las películas de animación para chicos que tiene que ver con los públicos y el interés que pueda o no despertar de acuerdo a edades y estilos, ¿Para qué público fue pensada esta historia de múltiples capas temáticas?
Mercedes Moreira: -Fue pensada y desarrollada para niños, pero con toques de humor que a los adultos les va a divertir mucho.
P.E.A.: – ¿Qué miedos infantiles recordás en tu historia personal y cómo los fuiste superando con la madurez?
Mercedes Moreira: -Yo de chica le tenía miedo a la oscuridad, a lo que se podía esconder en ella y la verdad es que ni me acuerdo cuando lo fui superando. Supongo que cuando entendí que ni los fantasmas ni el cuco existen.
P.E.A.: -Hay un mensaje de tolerancia frente al que es distinto como El Patalarga y que se desliza como moraleja de este relato, ¿Considerás que una película orientada a un público infantil necesariamente debe transmitir valores más allá de la aventura propuesta o esa idea aparece sin buscarla?
Mercedes Moreira: -Entre otros temas, lo que queremos llevar a la reflexión de los niños es que somos diversos, el mundo somos todos, es de todos y para todos. Hace falta que lo entendamos así para poder ser una sociedad más consciente, justa y feliz. Me parece que aparte de narrar una historia que siento en este caso es dinámica y tiene aventuras y suspenso y humor es importante más que nada cuando trabajás para un público infantil intentar hacer un aporte para que los pibes reflexionen sobre si mismos y sobre su entorno.
P.E.A.: – ¿Cuál es la situación del cine de animación argentino hoy y cómo se encuentra parado frente a otros modelos de producción, como por ejemplo la animación española?
Mercedes Moreira: -La verdad es que cuesta mucho hacer animación en argentina, más que nada porque involucra muchísimo tiempo, años de producción y mucho equipo técnico también y según con qué técnica trabajes se hace muy complejo poder llevar a cabo una producción de largometraje. No es lo mismo hacer 3D que Stopmotion o Cut out, la técnica con la que trabajé, aparte de que me encanta, me permitió llevar a cabo este proyecto.