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domingo, 5 mayo 2024
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La desaparición de Madame Rose: Una intriga sin intriga

Por Pablo E. Arahuete

No alcanza el nombre de la prestigiosa escritora Agatha Christie para garantizar buenos resultados en un film. Ese es el caso de La desaparición de Madame Rose, una suerte de recuperación del policial deductivo con apuntes humorísticos que traspola el aire bucólico de la campiña escocesa a la agradable geografía campestre francesa.

Tal como indica el título del film de Pascal Thomas, el eje de la intriga lo constituye una misteriosa desaparición en un geriátrico. Allí vive la tía Ada, una detestable anciana que recibe la visita de su sobrino, el coronel Bellisaire Beresford (André Dussollier) y su esposa Prudence (Catherine Frot). En aquel lugar de apacible calma donde los ancianos gozan de la tranquilidad -a veces surge alguno que desvaría- en los últimos meses murieron siete residentes.

Tía Ada advierte a su sobrino que el móvil de los asesinatos es la venta de órganos. Mientras tanto, Prudence aplaca su aburrimiento conversando con una mujer (Genevieve Bujold) que ya tiene en la frente el sello con la frase “trastornada mentalmente, posible sospechosa”. La misteriosa Madame Rose relata a Prudence una historia oscura. De repente, tía Ada muere y Rose se esfuma. Aunque a Bellisaire no le resulta sospechosa la coincidencia, Prudence conjetura que hay fuertes indicios para concluir que la desaparición no fue fortuita. Sobre todo, a partir de un cuadro que resulta llamativo y que la conducirá a un pueblo donde duerme un gran secreto.

Entre las investigaciones y una muestra representativa de personajes raros pero muy poco atractivos, la trama acumula de forma caprichosa y algo tediosa ciertas pistas para que un espectador atento logre resolver el enigma. Esto no significa que el realizador haya encontrado una forma atrayente para contar la historia, sino todo lo contrario. Quizás el mayor problema resida en la débil premisa en la que es evidente la carencia de intriga; pareciera que la ausencia repentina de Doña Rosa fuera lo suficientemente importante para concentrar el desarrollo de la historia en lugar de preguntarse por qué aparecieron siete ancianos muertos. A esta torpeza se le debe agregar el poco entusiasmo del director a la hora de filmar o crear situaciones que se supone deberían ser de suspenso. Sólo la buena predisposición de la pareja protagónica contribuye a que el moroso texto no resulte insoportable.

Si bien plantear un policial deductivo en estos tiempos puede resultar desafiante y hasta anacrónico si no se le busca alguna alternativa al registro, la falta de criterio cinematográfico no es un problema de la obra de Agatha Christie sino del mediocre modo conque fue llevada a la pantalla.

Título: La desaparición de Madame Rose.
Título Original: Mon petit doigt m’a dit…
Dirección: Pascal Thomas.
Intérpretes: Catherine Frot, André Dussollier, Geneviève Bujold, Laurent Terzieff, Valérie Kaprisky, Bernard Verley, Alexandra Stewart, Sarah Biasini, François Bettens, Françoise Seigner, Elisabeth Macocco, Isabelle Giani, Hervé Pierre.
Género: Comedia, Misterio.
Clasificación: Apta mayores de 13 años.
Duración: 105 minutos.
Origen: Francia.
Año de realización: 2005.
Distribuidora: Alfa Films.
Fecha de Estreno: 23/03/2006.

Puntaje: 4 (cuatro)

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