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jueves, 2 mayo 2024
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El casamiento de Romeo y Julieta: Pelotazo en contra

El alguna vez prestigioso, o por lo menos popular, Bruno Barreto se mudó a Hollywood -donde se casó con la ex de Spielberg, Amy Irving- a fines de los ochenta. Dejaba un puñado de filmes en su Brasil natal que lo habían encumbrado desde muy joven como director estrella. El éxito comercial de Doña Flor y sus dos maridos (1976), claramente un vehículo para la por entonces impactante Sonia Braga, le dio libertad creativa para hacer lo que se le antojara. Realizó Gabriela (1983), protagonizada por Marcello Mastroianni y nuevamente la Braga, y un par de películas más y se fue para el norte en donde la viene remando desde entonces con muy pocos títulos filmados y posiblemente uno sólo realmente bueno: el drama Carried away (1996), con su mujer y Dennis Hopper. De vuelta por sus tierras dirigió Cuatro días en septiembre (1997) y la comedia romántica Bossa nova (2000). Muy poco para lo que se suponía iba a ser un carrerón (de hecho las malas lenguas informan que si Barreto se mantiene laburando en EEUU es gracias a las gestiones del mismísimo don Spielberg… pero nosotros hacemos caso omiso de tales rumores, ¿verdad?).

Con El casamiento de Romeo y Julieta Barreto intenta acercarse a un público más futbolero que shakespearano al concebir a estos Montescos y Capuletos paulistas como palmeirenses y corintianos (rivales a muerte dentro de la cancha y a veces, lamentablemente, afuera también). Lo cual no estaría nada mal si la historia divirtiera o entretuviera lo suyo. Pero no, se limita a describir con trazos gruesos a dos familias que viven por y para el fútbol. Grotesca y ruidosa, la propuesta carece de encanto o humor del bueno. ¿Y el romance? Bien, gracias, porque realmente no existe. Todas las situaciones se basan en el engaño y en los enredos que se caen de maduros cuando Julieta (la interesante Luana Piovani) le pide a Romeo (Marco Ricca) que le haga creer al fanático de su padre Alfredo (Luiz Gustavo) que es hincha del Palmeiras. Romeo acepta -o no habría trama- a regañadientes y ahí empieza el calvario de este oculista, porque la película está ambientada en 1999 (ese año el club ganó la copa Libertadores y perdió la Intercontinental en Japón frente al Manchester United… lo cual origina la única situación risueña ¡en una hora y media de metraje!). Siendo Romeo, su abuela y su hijo adolescente enfermos del Corinthians es fácil anticipar por dónde van a venir los conflictos del guion que dramatiza hasta la exasperación la pasión por el deporte (y lo dice un loco por el fútbol como soy yo).

Bruno Barreto ha filmado El casamiento de Romeo y Julieta como si se tratara de un producto televisivo. Ni los planos, ni la puesta en escena, ni la edición resultan cinematográficas. Así las cosas… ¿es necesario agregar algo más? ¿No? Eso pensé.

Título: El casamiento de Romeo y Julieta.
Título original: O casamento de Romeu e Julieta.
Dirección: Bruno Barreto.
Intérpretes: Luana Piovani, Luiz Gustavo, Marco Ricca, Martha Mellinger, Berta Zemel, Leonardo Miggiorin, Mel Lisboa y Cybele Jácome.
Género: Comedia, Romance.
Clasificación: Apta todo público.
Duración: 90 minutos.
Origen: Brasil.
Año de realización: 2005.
Distribuidora: Buena Vista.
Fecha de estreno: 14/09/2006.

Puntaje: 4 (cuatro)

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