Por Francisco Nieto, corresponsal en España
Aunque uno se exponga a que lo tilden de muchas cosas, que la cultura woke siempre está al acecho, permítanme que inicie esta reseña de Atrapados, estreno argentino del año en Netflix, clamando a los cuatro vientos lo guapa que es Soledad Villamil. He seguido a pie juntillas su carrera desde que en España se supiera de ella gracias al estreno de la maravillosa El mismo amor, la misma lluvia, película de 1999 dirigida por Juan José Campanella. Y ya entonces uno quedó prendado por su fuerza interpretativa y como no por su belleza física. Luego vinieron grandes éxitos como El secreto de sus ojos, del mismo Campanella; No sos vos, soy yo, acompañada de Diego Peretti; Todos tenemos un plan, con Viggo Mortensen, y más recientemente la pudimos ver en ese canto del cisne de Víctor Erice que fue Cerrar los ojos (inédita en Argentina aunque exhibida en la 38ª edición del Festival de Cine de Mar del Plata y la muestra Espanoramas llevada a cabo en octubre de 2024).
Y podemos afirmar sin temor a equivocarnos que si Soledad no formara parte del elenco de Atrapados la serie perdería muchos enteros. Ella es la verdadera razón de ser del serial y su presencia en pantalla garantiza que las escenas en las que participa suban de nivel. Cuando ella no aparece en el transcurso de la investigación lo que se nos cuenta es bastante anodino, un poco como de relleno, pero ella sabe darle una cadencia a su personaje para que resulte del todo hipnótico, y quedamos encantados con la fuerza y carácter que imprime a su Ema Garay.
Atrapados es particularmente atractiva gracias a su ambientación en la Patagonia, concretamente en San Carlos de Bariloche, un famoso centro turístico en la puerta de entrada a la Patagonia argentina. Está basada en una novela independiente del escritor de novela negra norteamericano Harlan Coben, quien ha visto como en los últimos años muchas de sus obras han conocido adaptación para televisión, gracias a que firmó un contrato millonario con Netflix, mediante el que catorce de sus novelas serían adaptadas como series o películas de la plataforma de streaming, y él mismo serviría como productor ejecutivos de todos los proyectos.[La primera producción fue estrenada en enero de 2020, y se trató de la adaptación a serie de televisión de la novela The Stranger de 2015.
Desde su primera adaptación cinematográfica (No se lo digas a nadie, que tuvo su estreno en España en 2006 y en Argentina recién en 2010), sabemos que Coben ha dado preferencia –inusualmente– a productores y directores no estadounidenses para trasladar a la gran pantalla sus hiperpopulares thrillers, y el acuerdo firmado con Netflix ya ha generado una decena de miniseries de diferentes nacionalidades (la más recomendable hasta la fecha según los entendidos en la materia fue El inocente, de Oriol Paulo). Cada vez podemos observar también que los temas de los thrillers “cobenianos”, que parecen tan americanos, se adaptan sin perjuicio de las culturas y realidades de otros países. En la que es la primera adaptación fuera de Europa, el encargado de llevar a buen puerto la serie es Miguel Cohan, quien ya había dirigido anteriormente las miniseries La fragilidad de los cuerpos y El Reino vacío.
A partir de una investigación dirigida por una periodista que va tendiendo trampas a presuntos pedófilos que actúan con impunidad en Internet, Atrapados se convierte rápidamente en un juicio de justicia sumaria propio de los defensores de la moral, antes de llevarnos a una investigación que mezcla tragedias personales y grandes problemas sociales (la especulación inmobiliaria y la corrupción, las todopoderosas élites financieras establecidas, etc.) que resuenan bien con la realidad de Argentina, un gran país sumido en sus males históricos, hoy caído en soluciones radicales con poca empatía hacia las víctimas. Una interpretación sociopolítica que no está en el primer plano de la serie, pero que es difícil no “leer” entre líneas o entre imágenes.
Por poner algún que otro pero al desarrollo argumental, podríamos hacer hincapié en los cuantiosos flashbacks que a veces interrumpen el flujo de la historia. Sin duda, nos hallamos ante ese tipo de thrillers de misterio cuyo objetivo explícito es ir escarbando en el tortuoso pasado y así ir encontrando las respuestas oportunas. Así de vez en cuando tienes la sensación de que no estás avanzando mucho en la información que va llegando a nuestras manos y desearías poder pisar un poco más el acelerador, algo que se vuelve un poco difícil con tanto detalle pasado.
La combinación inesperada de esta lectura social, el esplendor de los escenarios naturales, la fuerza de las emociones, que alcanzan su culminación en algunas secuencias donde la tragedia hace acto de presencia, y el enrevesado enigma creado por el innegable talento de Coben en este terreno, dan como resultado final seis episodios bastante convincentes, haciéndonos oscilar entre un agradable cambio de escenario geográfico y el reconocimiento de que los males de la humanidad son de hecho los mismos, en todas partes del mundo.
En definitiva, una serie más que apreciable que incide en temáticas relevantes que deberían llevarnos a la reflexión, como son los peligros de Internet a los que están expuestos los rangos de población más vulnerables o las consecuencias que pueden llegar a acarrear los juicios apresurados cuando no se poseen todas las evidencias posibles.
Título: Atrapados. Título internacional: Caught.
Dirección: Miguel Kohan y Hernán Goldfrid. Showrunner: Miguel Kohan. Intérpretes: Soledad Villamil, Juan Minujín, Alberto Ammann, Matías Recalt, Fernán Mirás, Mike Amigorena, Carmela Rivero, Maite Aguilar, Victoria Almeida, Patricio Aramburu, Tania Casciani, Pablo Cura y Germán de Silva. Género: Miniserie, Basada en novela, Crimen, Thriller. Calificación: AM 16 años. Duración: 6 episodios de entre 44 y 62 minutos. Origen: Argentina. Año de realización: 2025. Plataforma: Netflix. Fecha de estreno: 26/03/2025.
Puntaje: 7 (siete)
