back to top
viernes, 3 mayo 2024
InicioCríticaUn grito bajo el agua: Morir de risa por defecto de un...

Un grito bajo el agua: Morir de risa por defecto de un mal susto

Por Juan Blanco

Un grito bajo el agua es una coproducción de terror checo-alemana filmada en Praga, con chicos y chicas lindos/as que hablan en inglés. Y no se trata de un doblaje sobre la mímica en alemán, sino de inglés real a cargo de un grupo de jóvenes que no parecen saber qué dicen ni cómo lo están diciendo. Pero todo esto es lo menos, siendo lo más grave el conflicto que habrá de excusar semejantes despliegues actorales, en lo que se supone una especie de Scream a la alemana (y dirigida por una suerte de Enrique Carreras germano). Una visión torcida e ingenua al terror adolescente, donde los asesinos compiten para ver quién tiene el cuchillo más grande, y donde los chiquillos en apuros con la líbido por el cielo se desviven por probar que pueden gritar más fuerte que María Callas. Sólo que tomada muy en serio.

Resulta que un grupito de ricachones decide festejar el egreso del secundario en un gimnasio monstruoso, con una pileta enorme, tobogán incluido y todo. Eso sí, los pibes tienen toda la guita pero en sus Mercedes y BMWs tienen pasacassettes en lugar de Cds, y por cierto, ni un mísero celular para pedir auxilio cuando lo necesitan (y bien que los van a necesitar). Con lo que estos chicos no cuentan, es conque un asesino con máscara onda Scream, trastornos psicológicos infantiles bien a la Michael Myers y machete más grande que el de Jason Vorhees forma parte de la joda, la cual por supuesto no durará demasiado. Desde ya, hay una parejita central (él castaño y musculoso, y ella rubia y pulposa), un par de chivos expiatorios, dos o tres zánganos en pedo que hacen jodas sin gracia porque creen que pasarla bien supone hacerse los payasos, un par de calentones que habrán de cobrar machetazos limpios por libidinosos nomás, y algún que otro personaje que promueva al despiste para que creamos que es el asesino, cuando en realidad el asesino es lo que menos nos importa.

Lo divertido –entre tanta carencia- viene con uno de los peores guiones de la historia del cine. Para ilustrar un poco esta afirmación procederé a la enumeración de algunos pasajes y situaciones. Por ejemplo, hay una en que un pibe forcejea con una puerta –cerrada hasta las pelotas- unos treinta segundos, y en eso se da vuelta creando la expectativa ante una frase reveladora próxima a aflorar de su boca, pero en lugar de eso dice: -la puerta está cerrada… ayúdenme-. Cosa increíble, pero real. Después hay otra en que luego de una confesión de infidelidad entre parejas (situación de alta tensión dramática), una chica (la engañadora) le dice a la otra (la engañada): -lo siento, eres mi mejor amiga-, mientras la otra le responde: -no te hagas drama, yo también te quiero- (¿miradas sinceras?… música melo… grillos…); una vergüenza, pero también cierto. Otra, un chico traba una puerta doble con un hacha, atravesándola de picaporte a picaporte; pequeño detalle: las puertas son de vidrio, y si ustedes supieran con qué facilidad el asesino arrasa con obstáculos macizos, verían lo ridículo y al pedo del detalle.

Les tiro la última y no jorobo más. Uno de los tramos finales, una sobreviviente está cortada tipo fiambre tirada en la camilla, perdió sangre a galones y uno estima que le duelen hasta las pelusas del ombligo. En eso –a la pasada- viene otra de las afortunadas y le pregunta: -¿todo bien?-. Créase o no… yo nunca miento. Broche de oro: la película termina con un recurso que hasta entonces sólo se animó a emplear Ed Wood: pasar de una toma en la que se adivina que todavía es de noche, a la siguiente en la que gracias a la magia del cine… se ha hecho de día. Impresionante!!!

Un grito bajo el agua es una ¿película? que se defeca al menos en los últimos 25 años de cine de terror americano, y resulta uno de los peores insultos al género de la historia. Eso sí, definitivamente es una de las mejores comedias del año, y debo confesar que no me la hubiese perdido por nada del mundo.

Título: Un grito bajo el agua.
Título Original: Swimming Pool – Der Tod feiert mit.
Dirección: Boris von Sychowski.
Intérpretes: Kristen Miller, Elena Uhlig, Thorsten Grasshoff, John Hopkins, Isla Fisher, Jason Liggett, Jonah Lotan, Cordelia Bugeja, James McAvoy.
Género: Terror.
Clasificación: Apta mayores de 13 años.
Duración: 89 minutos.
Origen: Alemania.
Año de realización: 2001.
Distribuidora: Nu Visión de Argentina.
Fecha de Estreno: 05/12/2002.

Puntaje: 1 (uno)

NOTAS RELACIONADAS

Dejar una respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here

ÚLTIMAS PUBLICACIONES

León: Un laberinto emocional