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jueves, 2 mayo 2024
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El sospechoso: “Los Estados Unidos no torturan…”

Por Emiliano Fernández

El sospechoso resulta una grata sorpresa proveniente del ala izquierda de Hollywood. Este logrado thriller político está emparentado con films recientes como Syriana (2005), Babel (2006) y El Camino a Guantánamo (2006), todas producciones ambiciosas y multiétnicas que retrataron con éxito el mundo post- atentado a las Torres Gemelas. Algunos de los tópicos desarrollados fueron la manipulación de la información por parte del gobierno estadounidense, el clima de paranoia construido desde los medios de comunicación, la invasión e intervención en países subdesarrollados pero ricos en materias primas, la ignorancia y prepotencia de los del norte para con los musulmanes y su cultura, la tortura como procedimiento estándar para la obtención ilegal de datos, la violación masiva de los derechos humanos en distintos campos de concentración desparramados alrededor del globo y controlados por la milicia y las agencias de inteligencia de los países centrales, etc. El sospechoso retoma varios de estos puntos y construye otro relato coral abarcador, complejo y sumamente recomendable.

El ingeniero químico egipcio residente en Estados Unidos Anwar El-Ibrahimi (Omar Metwally) es secuestrado por la CIA bajo sospecha de “terrorismo” y trasladado a uno de los centros de tortura que los yanquis poseen en un lugar de África con el fin de “interrogarlo” hasta que cante algo que ellos consideren valioso. La genial Meryl Streep compone a Corrine Whitman, la arpía responsable de la operación. Simultáneamente la esposa norteamericana Isabella Fields El-Ibrahimi (Reese Witherspoon) recurre a su ex novio Alan Smith (Peter Sarsgaard), que trabaja con el senador Hawkins (Alan Arkin), para tratar de localizarlo, reubicarlo en una prisión común y conseguir que se le asigne un abogado. Finalmente allí tenemos las historias de los dos torturadores de Anwar, el analista de la CIA Douglas Freeman (Jake Gyllenhaal) y el “experto” local Abasi Fawal (Yigal Naor). Mientras que el primero comienza a cuestionarse su labor, el segundo ve cómo su hija se escapa de casa y traba relación con un joven que no cuenta con su consentimiento…

El título original Rendition hace referencia a “rendición extraordinaria”, un concepto utilizado por la administración Bush para englobar los distintos mecanismos de secuestro de sospechosos, traslado a cárceles clandestinas e implementación de tormentos sistemáticos para que la víctima se quiebre y termine confesando cualquier cosa que se le diga. Este avasallamiento de los procesos legales y los derechos del hombre siempre fue moneda corriente entre la milicia, la policía, las agencias gubernamentales y las diferentes corporaciones de mercenarios. Lo que hoy tenemos es simplemente el descubrimiento de estas prácticas por parte del grueso de las poblaciones del primer mundo y el aprovechamiento posterior en manos de Hollywood sobre todo en lo que respecta al filón dramático del asunto. También hay que reconocer la influencia de las nuevas tecnologías en la democratización y popularización de los conocimientos (hoy todo esto se hace mucho más difícil de ocultar que antes) y el paupérrimo desempeño de los republicanos en lo que hace a la justificación política de la invasión a Irak y la escalada del presupuesto bélico/militar (lo que nos reenvía hacia el bajísimo coeficiente intelectual de los fascistas enquistados en las cúpulas del norte).

Si la comparamos con los otros ejemplos citados al inicio, El sospechoso no recurre a tantos golpes bajos y maneja con relativa simpleza la superposición narrativa, generando una película más sencilla y focalizada que sin embargo no pierde densidad en la pluralidad de puntos de vista ofrecidos. Las actuaciones son realmente muy buenas y resulta impagable escuchar a Meryl Streep diciendo que “los Estados Unidos no torturan”. Los rubros técnicos son correctos y el director sudafricano Gavin Hood mantiene con sutileza y buen gusto el tono claustrofóbico del relato, sin engolosinarse con planos poéticos que no vienen al caso. Al fin y al cabo películas como El sospechoso son en extremo necesarias porque reprimen la tendencia a olvidar los horrores acontecidos, negar los atropellos del presente y no prevenir las degradaciones del mañana. Si con la herramienta electoral del voto y la tan mentada autopista de la información se pueden modificar y a la larga hacer desaparecer este tipo de injusticias, nunca se llega a comprender, ni mucho menos explicar del todo, en qué consiste este porfiar sobre caminos autoritarios y seudo soluciones que no solucionan nada. No vaya a ser que alguien ponga cara de sorprendido cuando se afirme que el quietismo irreflexivo de la mayoría garantiza la reproducción hasta el infinito de la misma escoria dirigente. Y eso que todavía no pensamos con propiedad en las eternas desigualdades sociales, económicas, comunicacionales, culturales, etc. Que un producto cinematográfico ponga el dedo en la llaga y contradiga el discurso faciloide de “buenos y malos” ya es un hallazgo que merece ser rescatado dentro del mar de la mediocridad…

Título: El sospechoso.
Título Original: Rendition.
Dirección: Gavin Hood.
Intérpretes: Reese Witherspoon, Jake Gyllenhaal, Meryl Streep, Alan Arkin, Peter Sarsgaard, Omar Metwally y J.K. Simmons.
Género: Drama, Thriller.
Clasificación: Apta mayores de 16 años.
Duración: 122 minutos.
Origen: EE.UU.
Año de realización: 2007.
Distribuidora: Distribution Company.
Fecha de Estreno: 01/11/2007.

Puntaje: 8 (ocho)

El staff opinó:

Sólida estructuralmente, ajustada desde lo actoral, la película del director de Tsotsi cumple con su objetivo de denunciar a la gobernación Bush sin perder de vista el espectáculo. Nadie la va a acusar de sutil pero funciona y muy bien. Lástima el final expiatorio…Diego Martínez Pisacco (7 puntos)

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