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sábado, 27 abril 2024
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La Señora Harris va a París: Un abrazo a quien quiera recibirlo

Por Aleix Sales, corresponsal Cine Nueva Tribuna, España

Probablemente no haya nadie como los británicos para concebir feel-good movies, es decir, películas reconfortantes. Ya sea por su amplísimo registro cómico bregado a lo largo de décadas de tradición, por la naturalidad con la que introducen cualquier temática o una sociedad que se mueve entre el elitismo aristocrático y la clase obrera que abre múltiples posibilidades para explorar y, a la vez, definir personajes bien reconocibles, para adorar u odiar; lo cierto es que logran dar lustre y prestigio –no en vano, han colocado muchos de sus títulos en las carreras de premios- a un entretenimiento popular.

Y eso porque no sienten desdén, sino que, como en el mejor sastre de Savile Row, saben bordear cualquier tejido por muy tosco que sea, dejando un resultado que, por básico que pueda parecer, apetece enfundarse. Muchas de ellas confeccionadas por costureros sin pretensiones autorales, pero cuyo dedo ágil ha contribuido a engrosar el canon, a ellos se les suma ahora Anthony Fabian, que abandona el drama independiente donde siempre ha trabajado a la batuta, adaptando el best-seller de Paul Gallico de 1958, que ya fue llevado a la televisión en 1992 con Angela Lansbury.

Como buena feel-good movie, La señora Harris va a París trata la diferencia de clase y la exclusión mediante la ligereza de un cuento muy entrañable, el cual fácilmente puede llegar al espectador y satisfacer esa ansia de calidez humana en su máximo esplendor que cada vez menos se prodiga en el audiovisual actual. La casi epopeya de una señora de la limpieza para conseguir un vestido de Dior se baña en blanco, una inyección de ironía le hubiera realzado la figura, pero tiene claro qué es lo que pretende suscitar y, probablemente, alcance a tocar la fibra hasta al más insensible.

Sigue un patrón clásico y eficiente, pero en su tramo central el hilo da vueltas sobre sí mismo y se alarga en el clímax, en el cual se dan hasta tres posibles finales. Lo que sale por encima de la corrección y algunos momentos inspirados es, sobre todo, la labor de una gran intérprete como Lesley Manville, en un regreso al mundo de la alta costura diametralmente opuesto a su inquietante rol en El hilo fantasma (2017) de Paul Thomas Anderson. A la inglesa se le da como nadie ese papel de ingenua bondadosa, frágil y despreciada por la sociedad –no olvidemos su desubicada Mary en Another year (Mike Leigh, 2010)- que, en este caso, tenazmente prosigue con su objetivo una vez entiende cómo funciona el escenario donde ha irrumpido.

Manville roba el corazón desde el primer minuto y lo retiene durante todo el metraje, ganándose el favor del público que asiste a su crecimiento (y empoderamiento) personal con el único deseo de darle un beso en la frente antes de desfilar por su barriada con el modelazo. Eso es posible por, además de la gracia de la actriz, una descripción de Harris que supera la unidimensionalidad y la expone a diversas situaciones. Sin embargo, el mimo hacia Harris no se corresponde en unos secundarios funcionales pero más estereotipados, a los cuales no se les saca jugo y rebajan la singularidad de la propuesta. Por ejemplo, una maliciosa Isabelle Huppert requería más peso y juego en pantalla, es decir, proporcionarle más ocasiones en las que ser una arpía clasista, en lugar de limitarla a un personaje de mero uso estratégico en el guion.

Competentemente engalanada –es de lógica mencionar el vestuario de la polifacética Jenny Beavan-, La señora Harris va a París se hila a medio camino entre la manufactura en serie por sus trazos conocidos y el cosido a mano por el alma que le aportan esos toques distintivos, fundamentalmente a cargo de Lesley Manville. Como su protagonista, es pura, transparente y humilde en sus aspiraciones algo grandilocuentes. Es cine popular para reconciliarse con el mundo, bajo el sello de confianza británico. Es, como diría el cronista revelación de este Mundial 2022, “un abrazo a quien quiera recibirlo”.

Título: La señora Harris va a París.
Título Original: Mrs. Harris goes to Paris.
Dirección: Anthony Fabian.
Intérpretes: Lesley Manville, Jason Isaacs, Anna Chancellor, Isabelle Huppert, Alba Baptista, Rose Williams, Lucas Bravo, Lambert Wilson, Christian McKay, Roxane Duran, Ellen Thomas, Guilaine Londez y Delroy Atkinson.
Género: Comedia, Drama.
Clasificación: Apta todo público.
Duración: 115 minutos.
Origen: Reino Unido/ Canadá/ Francia/ Hungría/ Bélgica.
Año de realización: 2022.
Distribuidora: UIP.
Fecha de Estreno: 27/10/2022.

Puntaje: 7 (siete)

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