Por Guillermo Barrera, corresponsal de Nueva Tribuna España
Llega a Netflix La Casa Guinness (House of Guinness), un potente drama histórico que nos transporta al Dublín de 1868. Tras la muerte del patriarca de la célebre familia Guinness, el futuro de la cervecería más famosa del mundo queda en manos de sus cuatro herederos, cada uno cargando con secretos inconfesables y ambiciones peligrosas. Desde el inicio, cada episodio avisa que se trata de “una ficción basada en hechos reales”, lo que abre la puerta a la eterna duda sobre cuánto hay de verdad y cuánto de dramatización, en este relato sobre una de las dinastías más poderosas de la isla esmeralda.
La serie está creada y escrita por Steven Knight, el mismo detrás de Peaky Blinders. Y la huella es inconfundible: si en aquella se retrataba el Birmingham de entreguerras con violencia estilizada, música anacrónica y un montaje dinámico, aquí encontramos el mismo espíritu trasladado a la Irlanda preindustrial. El piloto arranca con un ritmo vertiginoso, movimientos de cámara electrizantes y un uso de la música que es ya marca de la casa. No faltan temazos modernos que se cuelan entre fábricas, muelles, pubs y callejones… creando ese choque temporal que tanto caracteriza al mencionado creador de este show. El soundtrack es un punto fuerte sin lugar a duda; entre muchos temas de bandas rockeras, hip-hop o punk, la mayoría de espíritu revolucionario, y origen irlandés, suenan: Kneecap, Fontaines D.C., Flogging Molly, el “Brewing Up a Storm” de The Stunning o incluso piezas de corte folk celta que aportan identidad local al relato.
El reparto no cuenta con grandes estrellas, puesto que está encabezado por jóvenes rostros británicos e irlandeses como Louis Partridge, Anthony Boyle, Emily Fairn, Fionn O’Shea, o Niamh McCormack, un elenco que transmite frescura y autenticidad. Destaca también, la presencia de James Norton en un rol secundario pero que desprende a la serie su carisma habitual, y la inesperada reaparición de Jack Gleeson —el inolvidable Joffrey Baratheon de Game of Thrones—.
Otro de los puntos fuertes de La Casa Guinness es su puesta en escena: la minuciosa recreación de ambientes, el vestuario y la fotografía, que despliega una paleta oscura y elegante moviéndose entre los verdes esmeralda y los dorados. Esta estética, sumada al uso notable de rótulos y subtítulos invasivos, refuerzan ese mencionado estilo que caracteriza al show. En conjunto, todos estos elementos sumergen al espectador en un universo cargado de tensiones familiares y un trasfondo político y social propio de la Irlanda del siglo XIX, un país en plena efervescencia y conflicto.
Eso sí, la serie no escapa a ciertos altibajos; algunos capítulos intermedios se resienten en ritmo y alargan tramas secundarias que restan. Sin embargo, el balance final es el de una muy buena serie, que consigue atrapar al espectador y que funciona, mezclando el relato histórico con las tensiones familiares y sociales de época. Además, el guion incorpora, a modo de homenaje, curiosidades sobre la historia y evolución de la marca cervecera. Al mismo tiempo, exprime todo el contexto histórico y cultural, no solo de Guinness, sino también del país, abordando aspectos como las corrientes migratorias hacia Nueva York, la marcada diferencia de clases entre la élite y los trabajadores, los conflictos revolucionarios, las tensiones religiosas, la brecha entre católicos y liberales y toda esa política de época que acabó desembocando en la división del país.
La Casa Guinness debuta con la cabeza alta, y como un nuevo ejemplo del sello de Steven Knight. Para los fans de Peaky Blinders, este viaje de Birmingham a Dublín se sentirá como un regreso a territorio familiar, pero con el atractivo añadido de sumergirse en los mitos y leyendas de una de las familias más influyentes de Irlanda. Una serie que, pese a sus irregularidades, fermenta con fuerza y deja un potente, entretenido y disfrutable regusto tan amargo como la propia Irlanda.
Título: La casa Guinness.
Título original: House of Guinness. Dirección: Tom Shankland y Mounia Akl.
Creador: Steven Knight.
Intérpretes: Anthony Boyle, Jack Gleeson, Louis Partridge, James Norton, Niamh McCormack, Emily Fairn, Danielle Galligan y Dervla Kirwan. Género: Serie, Drama de época.
Calificación: AM 16 años.
Duración: 8 episodios de entre 44 y 55 minutos.
Origen: Reino Unido.
Año de realización: 2025.
Plataforma: Netflix.
Fecha de estreno: 25/09/2025.
Puntaje: 7 (siete)
