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sábado, 27 abril 2024
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Una noche en el museo: Irresistiblemente divertida

Por Omar Tubio

Primera sorpresa de la temporada y de las agradables, vale aclararlo. Porque leyendo los comentarios y críticas que venían de afuera, o sea de los EE.UU., uno ya estaba predispuesto a lo mediocre o a lo estándar al uso. Y si encima su director, Shawn Levy, tenía como antecedentes Más barato por docena y la remake de La pantera rosa, ya estaba prácticamente todo dicho. Sin embargo Una noche en el Museo depara más de una satisfacción. Siendo un film diseñado para la familia y claramente para los pre-adolescentes, no descuida en ningún momento a la porción restante logrando un entretenimiento genuino y eficaz, que ofrece la posibilidad de volver a ver a dos grandes de diferentes épocas en plena facultad de sus actos: Mickey Rooney y Dick Van Dicke.

Su gran protagonista es Larry (un Ben Stiller aprovechando al máximo sus virtudes para la comedia), un padre divorciado y desempleado que para evitar volver a mudarse y complicarle la vida a su hijo, consigue un puesto como guarda nocturno en el Museo de Historia y Ciencias Naturales de Nueva York. Lo que parece ser una tarea rutinaria y aburrida termina convirtiéndose en una singular aventura, ya que al cerrar sus puertas y caer la noche todas las miniaturas, esqueletos y figuras de cera que componen el atractivo del Museo cobran vida, dando lugar a las más bizarras y curiosas escenas de las que uno pudiera imaginar. Esto ocurre gracias a los influjos de una misteriosa lápida egipcia, que al ser descubierta por los guardias anteriores será objeto de un calculado plan que involucrará a nuestro amigo Larry y que deberá resolver él mismo con la ayuda de sus nuevos amigos: el Presidente Roosevelt, Atila el rey de los Hunos, el emperador Octavio, un rudo vaquero y hasta un tiranosaurio Rex del cual queda sólo su esqueleto, entre otros.

Luego de un comienzo algo desdibujado, Una noche en el Museo no da respiro. Las escenas y los gags se suceden sin cesar con mayor o menor suerte pero siempre buscando la mejor manera de lograrlo. Dosificada con muy buenos efectos especiales la película logra el objetivo de divertir y a la vez despertar la curiosidad en los más pequeños por saber quiénes fueron esos personajes, lo que hoy en día -sabiendo lo difícil que es inculcar el hábito de la lectura- no es poca cosa.

Si bien es mérito del director lograr el buen funcionamiento de engranaje en su totalidad, no es ajeno a ello la labor del excelente Ben Stiller, preciso y evitando siempre el desborde, dejando lucir cuando hace falta a varios de sus colegas y manejando con soltura el timing exacto para cada secuencia, sea esta hilarante o emotiva y tierna; lo suyo es sencillamente brillante. Y si hablamos de colegas es preciso mencionar a Robin Williams, a Owen Wilson (con quien Stiller posee una química ya establecida), a Ricky Gervais (comediante británico estrella de la serie The Office) y a un mono capuchino que hará las delicias del público menudo.

Ideal para pasar un buen rato junto a la familia sin sentirse estafado o tomado por estúpido. Sus hijos se lo agradecerán.

Título: Una noche en el museo.
Título Original: Night at the Museum.
Dirección: Shawn Levy.
Intérpretes: Ben Stiller, Carla Gugino, Dick Van Dyke, Mickey Rooney, Bill Cobbs, Jake Cherry, Ricky Gervais, Robin Williams, Kim Raver, Patrick Gallagher, Rami Malek, Pierfrancesco Favino, Steve Coogan, Mizuo Peck y Owen Wilson.
Género: Comedia, Fantasía, Aventura.
Clasificación: Apta mayores de 13 años.
Duración: 108 minutos.
Origen: EE.UU./ Reino Unido.
Año de realización: 2006.
Distribuidora: Fox.
Fecha de Estreno: 18/01/2007.

Puntaje: 7 (siete)

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