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sábado, 27 abril 2024
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Venus: El último acto

Por Pablo Arahuete

Maurice (Peter O Toole) no perdió su carisma de actor de carácter que en sus años de juventud lo catapultaran al estrellato. Tampoco perdió la vanidad y esa coquetería efímera que toda figura del teatro o del cine procura conservar pese al inevitable deterioro del cuerpo. Por eso podría decirse que este viejo cascarrabias que aún puede entonar de memoria la prosa maravillosa de Shakespeare transita el último tramo de una vida ajetreada sin remordimientos ni expectativas de nada. La rutina de Maurice no escapa de la habitual tertulia con dos amigos, viejos, cabrones y filosos como él (Leslie Phillips, Richard Griffith), con quienes comparte el hábito de leer los obituarios para enterarse de las últimas noticias, como si fuera lo único que termina importando al final de este viaje. Y con esos fines, el cínico Maurice se luce cada vez que interpreta a sus moribundos personajes, porque a sus 75 años no le dan otro papel que no sea un anciano agonizante en un hospital o incluso el de cadáver en un film épico. Pero Maurice se ríe de su vejez y enfrenta los achaques de la edad con altura, sin dramatizar. Nada le impide recuperar los pequeños placeres de la vida, como una copa de champagne o un buen cigarrillo. Fugaces sensaciones de felicidad en los intersticios de la soledad y el quejido de la próstata que le borra la sonrisa.

Sin embargo, la gris existencia del viejo lobo de mar adopta otros matices al cruzarse con Jesse (Jodie Whittaker), una atractiva veinteañera inculta aunque misteriosa. Así, a pesar de la brecha generacional y el insalvable abismo entre la superficialidad de la muchacha -que sólo aspira convertirse en modelo- y la profunda experiencia del solitario Maurice, crece una ríspida atracción fundada en la imposibilidad de concretar el deseo. Un juego íntimo que asume sus facetas perversas con naturalidad y los roles bien definidos de antemano, bien jugados en su carácter antagonista se diluyen en un juego de seducción y poder que humilla, estimula y revitaliza tanto como destruye. No parece casualidad que detrás de Venus aparezca el director Roger Michell, quien ya había probado el cruce de dos personajes provenientes de dos esferas incompatibles en Un lugar llamado Notting Hill, la frivolidad del star system contra la anodina existencia de un hombre común.

Michell confirma como en aquella película su parsimonia para deambular con la cámara y contagiarse del clima y atmósfera que logran sus actores sin exigirlos demasiado. Tarea que se vuelve menos difícil si viene acompañada de un buen guión. Aunque es casi seguro que el novelista Hanif Kureishi, un habitual colaborador de Stephen Frears, no alivianó o tuvo intenciones de hacer menos densa o poco condescendiente la ambigua relación entre Jesse y Maurice. Que el viejo no pueda tocarla pero si olerla cuando ella se lo permite para Michell fue lo suficientemente perturbador como para seguir agregando erotismo. No obstante esta renuente falta de audacia, Venus acumula virtudes al abordar el tema de la vejez sin demagogia, con sensibilidad y cierto -aunque escaso- sentido del humor. Y lo hace sin perder ritmo, tono e intensidad gracias al imborrable último acto del grandioso Peter O’Toole, a quien sólo le faltaba despedirse del cine con el mismo espíritu que todavía brilla en sus ojos, antes de decir adiós cuando la vida pida un corte y funda a negro.

Título: Venus.
Título Original: Idem.
Dirección: Roger Michell.
Intérpretes: Peter O’Toole, Leslie Phillips, Jodie Whittaker, Vanessa Redgrave, Richard Griffiths, Andrea Riseborough.
Género: Comedia, Drama, Romance.
Clasificación: Apta mayores de 13 años.
Duración: 95 minutos.
Origen: Reino Unido.
Año de realización: 2006.
Distribuidora: Alfa Films.
Fecha de Estreno: 19/07/2007.

Puntaje: 8 (ocho)

El staff también opinó:

Con el objeto de vender un producto, los avances publicitarios muchas veces mienten y no siempre la estrategia resulta para bien. Por fortuna, y en contrapartida a su ingenuo trailer, Venus es una comedia dramática sorpresivamente lúcida en tema y desafiante en tono. Además, Peter O’Toole la descose!!!Juan Blanco (8 Puntos)

A pesar de no estar a la altura de sus “jóvenes” protagonistas, Venus se engrandece por el sólo hecho de tenerlos. Es un verdadero placer ver en acción al deslumbrante Peter O’Toole recitando -como nadie puede hacerlo- a Shakespeare, o teniendo una emotiva escena junto a otra grande como Vanessa Redgrave; dos de los últimos mitos vivientes de la historia del cine.Omar Tubio (7 Puntos)

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