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lunes, 29 abril 2024
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Juego macabro: La ambigüedad es un claro terreno de confrontación intelectual…

Por Emiliano Fernández

Juego Macabro (Sleuth, 2007) es uno de esos proyectos que no se benefician de las expectativas generadas a raíz de los ilustres apellidos involucrados. Pasemos lista para comprobarlo. Los protagonistas exclusivos son Michael Caine y Jude Law; el film fue dirigido por Kenneth Branagh y escrito por Harold Pinter sobre una obra original de Anthony Shaffer (ya adaptada al cine en 1972 bajo la batuta de Joseph L. Mankiewicz y estelarizada por Laurence Olivier y el mismo Caine). La película cumple en tanto thriller psicológico, minimalista y obsesivamente teatral; pero falla en ir más lejos debido a la ausencia de un núcleo disparador solvente, además de la misoginia y las revanchas cruzadas, y cierta impericia en lo que respecta a las transiciones entre los tres actos principales, lo que juega en contra del cinismo y la batalla permanente…

La historia comienza igual que en la primera versión para luego experimentar algunas modificaciones que es mejor no adelantar. El misterioso multimillonario Andrew Wyke (Michael Caine), un afamado novelista ya avejentado, invita a su casa ultramoderna al amante de su esposa, el actor Milo Tindle (Jude Law). Buscando una manera de convencerlo para que acepte el divorcio, el joven se deja llevar por el manipulador Wyke. Casi en forma inmediata este último le propone simular un robo de joyas con el fin de estafar a la compañía de seguros y cobrar una jugosa cantidad de dinero. A cambio Tindle obtendría el divorcio y revendería las alhajas en el extranjero para así poder mantener el estilo de vida acomodado al que está acostumbrada la ex de Wyke. De más está decir que no todo es lo que parece en esta intrincada y visceral partida de ajedrez…

Como toda la realización transcurre en un entorno cerrado y con una dinámica esencialmente verbal, gran parte del éxito en cuanto al ritmo obedece al trabajo de los actores. Caine y Law, como era de esperar, están excelentes y sobrepasan con soltura el desafío interpretativo. A pesar de moverse en un contexto limitado, ambos consiguen atrapar al espectador, apuntalar el interés central y de paso lucirse en muy buena ley. Mientras que Law entrega una caracterización enérgica, Caine aporta su eterno magnetismo y una destreza actoral increíble. Juego Macabro, junto a La flauta mágica (The Magic Flute, 2006), marca un nuevo regreso de Branagh a la dirección, aquí divirtiéndose de lo lindo a partir de diferentes tomas desde las cámaras de vigilancia de la mansión y primeros planos suntuosos de la pareja protagónica. La puesta en escena es demasiado obvia y reducida, por más que el cuidado estético esté a la orden del día. A medida que avanza el relato, se va construyendo la irremediable sensación de que la película fue concebida y ejecutada por esta banda de amigotes ingleses durante un par de semanas apresuradas…

Todos los tópicos presentes en el guión de Pinter ya los podíamos encontrar en sus colaboraciones con Joseph Losey, por poner sólo un ejemplo. Nuevamente estamos ante un análisis de la envidia más impiadosa, las estratagemas del poder, los vaivenes en las cúpulas, el peso relativo del objeto del deseo y la carga política detrás de las rencillas cotidianas. En relación al film de Mankiewicz, se elevó el voltaje sexual, se incluyó algo de lenguaje soez, se sintetizaron varios elementos paradigmáticos y se magnificaron la crueldad, la humillación y el resentimiento mutuo. Esta búsqueda por extremar el mensaje es bienvenida, aunque no produce todo lo que prometía en primer término. A la falta de innovaciones concretas se suman varias vueltas de tuerca previsibles, un vacío en cuanto a un verdadero eje incitante para los personajes y una estructura gastada que recuerda a Trampa Mortal (Deathtrap, 1982) de Sidney Lumet, también con Michael Caine. Pero la profesionalidad y el talento específico de los distintos involucrados determina el interesante resultado final. La ambigüedad es un claro terreno de confrontación intelectual…

Título: Juego macabro.
Título Original: Sleuth.
Dirección: Kenneth Branagh.
Intérpretes: Michael Caine, Jude Law, Harold Pinter, Kenneth Branagh, Carmel O’Sullivan.
Género: Remake, Crimen, Drama.
Clasificación: Apta mayores de 16 años.
Duración: 88 minutos.
Origen: Reino Unido/ EE.UU.
Año de realización: 2007.
Distribuidora: UIP – Sony.
Fecha de Estreno: 10/01/2008.

Puntaje: 6 (seis)

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