Por Pablo E. Arahuete
Si bien críticos y fanáticos coinciden en que dentro de la saga de Star Wars, Episodio 1 es la menos lograda, lo cierto es que es una de las películas más taquilleras de la historia del cine. Argumento lo suficientemente sólido como para seguir exprimiendo a la gallina para que ahora saque huevos de oro pero en tamaño 3D. De aquella incoherente primera parte de esta space opera ideada por el creador George Lucas a partir de 1977, el cine como vehículo de entretenimiento incorporó la tecnología 3D para recuperar terreno perdido al punto de convertirlo en una exigencia para cualquiera de las producciones con altos costos en materia de efectos y pirotecnia visual. Es por eso que Lucas y compañía, habiendo ya anunciado que no habrá como en un principio se pensó un episodio 7 de La guerra de las galaxias, no podían perderse el negocio de relanzar las 6 entregas en formato 3D con algunos agregados insulsos que no aportan absolutamente nada a la historia y que, al igual que ocurrió con el agregado de efectos visuales para el reestreno de la legendaria Star Wars, solamente significó volver a llenar las salas de cine y realimentar un mito que a pesar del tiempo 
transcurrido conecta a los espectadores desde el ejercicio de la nostalgia, que para Hollywood también sigue siendo un gran negocio.
Así las cosas, ahora La Amenaza Fantasma, es decir la primera parte de la saga que se estrenó en 1999, 16 años después de haberse conocido Star Wars: Una Nueva Esperanza –que cronológicamente sería la cuarta- es la encargada de inaugurar el arribo del 3D al multimillonario universo de La guerra de las galaxias. Lo que resulta llamativo es que prácticamente esa tercera dimensión tan anhelada se refleje en pantalla como el agregado de una capa sobre otra que quita proporciones y profundidad de campo a la imagen, generando la sensación de que estamos en presencia de un 3D mal terminado o en el mejor de los casos injustificado.
De más está decir que este argumento sobre la necesidad o no de un relanzamiento de esta epopeya galáctica que marcara un hito allá por fines de los 70 y que hoy representa un clásico de la ciencia ficción blanda sea tenido en cuenta por la gigantesca masa de fanáticos para quienes ver a Arturito en pantalla grande y ahora en una tercera dimensión será más que suficiente motivo de inversión en una entrada que por el valor de la película en sí; por lo que realmente agrega en cantidad de escenas poco deslumbrantes (varias de ellas se concentran en la secuencia de la carrera de cápsulas y un tanto en los segmentos correspondientes al planeta Coruscant) resulta un tanto excesiva para bolsillos flacos.
No tiene sentido repasar desde este lugar la sinopsis de Episodio 1 ni tampoco establecer las diferencias entre la versión 2D y la 3D porque se estaría quitando la posibilidad al espectador de descubrirlo por sí solo. Sin embargo, si es pertinente advertir a aquellos que concurran expectantes a los cines en busca de algo fuera de lo común que posiblemente esta vez se queden atrapados en un recuerdo más que en una experiencia única como la que seguramente tuvieron en su temprana infancia.
Hace mucho, mucho tiempo en una galaxia lejana existía el cine en 2 dimensiones y éramos felices igual.
Título: Star Wars: Episodio I – La Amenaza Fantasma 3D.
Título Original: Star Wars. Episode I: The Phantom Menace 3D.
Dirección: George Lucas.
Intérpretes: Liam Neeson, Ewan McGregor, Natalie Portman, Jake Lloyd, Samuel L. Jackson, Ian McDiarmid, Ray Park, Anthony Daniels, Kenny Baker, Pernilla August, Hugh Quarshie, Ahmed Best, Andy Secombe, la voz de Frank Oz y Terence Stamp.
Género: Ciencia-ficción. Aventuras, Acción, Saga, Precuela.
Clasificación: Apta todo público.
Duración: 136 minutos.
Origen: EE.UU.
Año de realización: 1999.
Distribuidora: Fox.
Fecha de Estreno: 08/07/1999.
Puntaje: 4 (cuatro)
Ver crítica de Star Wars: Episodio I – La Amenaza Fantasma.
Ver crítica de Star Wars: Episodio II – El Ataque de los Clones.
Ver crítica de Star Wars: Episodio III – La Venganza de los Sith.
