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domingo, 28 abril 2024
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Nace una estrella: Bradley Cooper y Lady Gaga deslumbran en una remake apabullante

Por Patricio Ferro

Nace una estrella es la tercera remake de la película homónima dirigida por William A. Wellman en 1937. En este caso está dirigida y protagonizada por el cuatro veces nominado al Oscar Bradley Cooper como Jackson, y la famosa cantante de música pop Lady Gaga como Ally, nuevos nombres para Norman Maine y Vicky Lester, como se llamaban los protagonistas de las dos primeras películas. Completan el elenco Sam Elliott, como el hermano mayor de Jackson, Rafi Gravon como un inescrupuloso representante que ocupa un rol antagónico y Anthony Ramos, como el mejor amigo de Ally.

El cambio de nombres de la pareja protagónica es el primero de los varios que tiene esta versión respecto de las anteriores, porque tampoco está ambientada en el mundo del cine, pues Jackson Maine es un exitoso cantante de música country, que descubre a Ally en un bar mientras canta “La vie en rose“, en una escena en la que recuerda a Sally Bowles, personaje interpretado por Liza Minelli en Cabaret (Bob Fosse, 1972). Esa misma noche nace una historia de amor, pero mientras Ally se convierte en una exitosa estrella de música pop, traicionándose a sí misma, Jackson profundiza su adicción al alcohol, poniendo en peligro su vida y la carrera de ambos.

Es sorprendente que esta sea la opera prima del actor Bradley Cooper, porque demuestra un talento enorme para la dirección de actores. Como queda demostrado en la escena donde Ally canta por primera vez en el escenario, donde los espectadores no vemos a Lady Gaga, sino a este personaje talentoso, pero nervioso porque no sabe cómo va a ser recibida por el público. También es destacable el estilo austero de su puesta en escena, no hay música extradiegética, y se evitan los posibles golpes bajos al recurrir a la elipsis para dar a entender los momentos de mayor carga dramática, lo que genera una tristeza más genuina en el espectador, que logra sentir empatía por el talento y las miserias de sus protagonistas.

Desde el punto de vista técnico vale la pena destacar la excelente labor de fotografía del nominado al premio Oscar Matthew Libatique, en la que se destaca el muy buen uso de los planos secuencia con una cámara en constante movimiento, editados por el tres veces nominado al Oscar Jay Cassidy. Y donde mejor se luce el trabajo de ambos es en la espectacularidad de las escenas de los conciertos, en el que alternan los planos generales del público con primeros planos de las diferentes expresiones de los personajes mientras cantan sus canciones.

En conclusión, Nace una estrella es una obra maestra, que se convirtió en tal por las decisiones acertadas de Bradley Cooper, director, protagonista, coguionista y coproductor, que al igual que su personaje confió en la cantante Lady Gaga para este, su primer papel protagónico en cine. Y le permitió lucir el enorme talento que tiene tanto para la música como para la actuación, potenciando también el suyo gracias a la química que tienen en pantalla. Y el hecho de que sea una cuarta versión de la misma historia corrobora la teoría de que pueden cambiar los contextos y los personajes, pero los conflictos de las personas siguen siendo siempre los mismos. Por eso lo que hace que esta sea una gran película es la forma admirable en que está contada.

Título: Nace una estrella.
Título original: A Star Is Born.
Dirección: Bradley Cooper.
Intérpretes: Bradley Cooper, Lady Gaga, Sam Elliott, Andrew Dice Clay, Rafi Gavron y Dave Chappelle.
Género: Remake, Drama, Música.
Calificación: Apta mayores de 13 años, con reservas.
Duración: 136 minutos.
Origen: EE.UU.
Año de realización: 2018.
Distribuidora: Warner Bros.
Fecha de estreno: 11/10/2018.

Puntaje: 9 (nueve)

Gentileza: El oscarologo

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