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lunes, 29 abril 2024
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Godzilla y Kong: El Nuevo Imperio

…Pero los dinosaurios van a desaparecer

Por Juan Alfonso Samaja

La Dra. Andrews y su equipo toman contacto con un llamado de auxilio proveniente desde la tierra hueca, donde ha ido a vivir Kong desde hace un tiempo. Se dirigen hacia la base en la tierra hueca, para descubrir que ésta ha sido destruida. En el periplo del viaje, el equipo descubre una antigua cultura Iwi mientras Kong hace contacto con otros simios emparentados con su especie, pero de un linaje diferente y violento que responde al mando de Skar King: un simio alfa que amenaza con tomar control de toda la tierra hueca.

Crítica

El conjunto errático de eventos que conforma la película (no me atrevo a investirlo con el noble nombre de “relato”), carece y adolece a un mismo tiempo: carece de unidad dramática, y adolece de gratuidad en cada una de sus propuestas para hacer avanzar una acción que presenta forma de cadáver desde el inicio; carece de personajes redondos y consecuentes con objetivos personales, y adolece de un fastidio endémico y un desarrollo dubitativo y camaleónico que impide generar un punto de apoyo para articular siquiera una relación diplomáticamente narrativa (pretender una empatía en este contexto parece un abuso) entre el/la espectador/a y los caracteres humanos representados. De hecho, si la película se acerca a alguna forma de identificación, esto ocurre sólo en relación a las bestias titánicas; en particular en relación a Kong y al pequeño simio que Kong descubre y con el que entabla un vínculo.

Es evidente que el conflicto se ha focalizado exclusivamente en la confrontación entre Kong y Skar King, es decir que toda la película narra el enfrentamiento de dos simios que se disputan el territorio, pero no hablan. Es una decisión expresa –y creo que errada- la de confiar toda la dramática del film en un mero enfrentamiento entre unas bestias, donde los humanos resultan apenas elementos secundarios; donde incluso Godzilla resulta decorativo en el marco de este conflicto, ya que ni siquiera resulta relevante su presencia en el desenlace de los acontecimientos.

Pero así como sólo nos reímos de lo humano, únicamente nos conmovernos narrativamente –en un sentido profundo- ante la dimensión humana de los acontecimientos; una mera contienda extendida entre fieras, puede ser un buen tema para una escena documental, pero no alcanza para sostener dramáticamente un conflicto; donde no se tejen tramas secundarias, dónde no podemos conocer motivaciones internas, anhelos, deseos, dónde no es posible empatizar de un modo íntimo con los personajes, no es posible tampoco comprender sus problemas, y por lo tanto, no podremos sostener la atención en el arco dramático de los acontecimientos.

Como en el fondo la película también sabe, o al menos intuye algo de esta verdad narrativa, se ve en la necesidad de humanizar a Kong hasta el exceso del absurdo: lo vemos bañarse en la primera escena, exhibiendo su necesidad de “liberarse de olores inmundos”; lo vemos afligido por la falta de vínculos y el padecimiento de una soledad casi existencial. Pero como finalmente la película tampoco pretende ser El rey león, los animales, finalmente, son animales, y la humanización animal no llega a alcanzar los gradientes necesarios para producir la conmoción narrativa; fundamentalmente, no alcanza al oponente de Kong, quien queda reducido a una apariencia de monigote monstruoso, sin espíritu.

En síntesis, es en relación a esta bestialidad simiesca y profusa que hallamos la conexión emocional principal que la historia pretende (y en la que fracasa, empero, tan espectacularmente); una conexión que se le ha expropiado a los sapiens-sapiens, para entregarla como botín a la realidad natural y salvaje… como si en esta mutilación de la dimensión emocional quisiera expresarse un odio visceral hacia la humanidad.

Decisiones gratuitas e inexplicables

a) La historia comienza con Kong en la tierra hueca, enfrentando a unos animales salvajes. Luego de vencerlos y comerse los restos de uno de los animales vencidos, se le infecta un diente. En función de esto, el simio gigante viaja hacia la superficie, donde los empleados de Monarch le harán una extracción del diente infectado, y reemplazarán el diente por una pieza de alta resistencia. ¿Por qué motivo una bestia antigua y salvaje como King Kong correría el riesgo de una infección mandibular, alimentándose como lo ha hecho casi siempre? ¿Y por qué iría hacia la superficie con esa problemática en particular? Se me ocurren sólo tres motivos: 1) era una excusa para insertar al veterinario Trapper en la trama, 2) necesitaban que Kong se acercara a la superficie para que Jia pudiese manipular a su madre para poder viajar también hacia la tierra hueca, 3) para que los simios, liderados por Skar King puedan hacerle bullying a Kong cuando advierten que tiene una pieza artificial en su boca.

Así de triste y patética es la confección de este conjunto cinematográfico.

b) La segunda situación dramática importante es el revelamiento del llamado de auxilio proveniente desde la tierra hueca. Un llamado que decide atender Monarch, una empresa con apoyo y supervisión gubernamental de altísima sofisticación tecnológica y valor estratégico para las fuerzas militares, y la supervivencia de la sociedad. ¿Cómo se conformará este equipo de elite para afrontar semejante responsabilidad? Con la Dra. Andrews a la cabeza, el dentista Trapper (cuyas competencias en la extracción y sustitución de piezas dentales eran imprescindibles en una misión de reconocimiento en territorio inexplorado, con probable confrontación y lucha con especies desconocidas), Bernie, un civil que incluso ha sido espía en la empresa en la película anterior, y Jia, la hija adoptiva (menor de edad), de la Dra. Andrews. No sé cómo no incluyeron también a Gaby, Fofó y Miliki, ya que estaban.

Lo gratuito no es sólo la inclusión inicial de tales personajes en el viaje hacia la tierra hueca, sino la presencia misma de éstos en el contexto de los acontecimientos venideros; pues ni Trapper ni Bernie cumplen funciones significativas en el conjunto de los eventos y las pruebas finales. En cuanto a Jia, el realizador ha tenido, al menos, la decencia de adjudicarle un rol en la ceremonia ritual donde debe despertar al titán Mohtra para que resuelva sobre los últimos minutos toda la batalla final, en el deus ex machina más descarado e innecesario que he visto en mi vida. Pero el adjudicarle a Jia esta tarea, torna absolutamente gratuita la presencia en el resto de la trama de la población Iwi, que es, en el orden de los acontecimientos, un mero elemento decorativo. Si finalmente la muchacha será quien despierte a Mohtra, y si la realización de esa tarea no requería ningún tipo de iniciación ritual con esa población originaria tampoco, ¿por qué motivo se incluye a estos Iwi en la historia? Se me dirá que era la única solución que encontraron para darles la justificación a los humanos de la superficie de descender hacia la tierra hueca, pero habría sido más efectivo y orgánico que el pedido de auxilio proviniese de la misma base, antes de ser destruida por Skar King y su grupo.

Creo que la única razón por la cual existe este personaje colectivo es para darle entidad de conflicto a la ya muy desdibujada relación entre la Dra. Andrews y Jia; para la madre, la aparición de esta gente constituye un dilema: por un lado, la posibilidad de que su hija descubra sus verdaderas raíces, pero al mismo tiempo perder a su hija para siempre. Pero está tan mal resuelta esta línea narrativa, tiene tan poco peso en la trama y en la preparación de los acontecimientos, la convivencia entre la muchacha y los Iwi, que hasta una razón probablemente acertada termina perdiendo toda potencialidad dramática.

La cama estaba en llamas cuando me acosté

Un recurso bastante irritante de las dos películas últimas (ambas dirigidas por Wingard) es el ingreso de personajes omnipresentes en el resto de la historia que, sin una introducción mediante, aparecen como ostentando un efecto corpus, es decir, como si fuesen ya habituales y conocidos por todos los personajes; es el caso de Jia en la película del 2021, y de Trapper en esta última producción. En un principio, imaginé que habrían sido presentados ya en alguna producción precedente (como sucede, de hecho, con el personaje de Bernie quien aparece en esta última película como alguien que todos conocen, pero, en efecto, ha sido ya presentado en película anterior), pero esto no sucede. Trapper no aparece como personaje en ninguna película previa, y Jía, tampoco aparece en ninguna película antes de 2019. Sin embargo, ambos personajes aparecen como si nada, como si todos los conocieran, como si fuesen habitués de una trama que todos conocen, menos el espectador.

En esta última producción irrumpe Trapper, dentista caracterizado por la Dra. Andrews como extravagante, al cual todo el mundo parece considerar uno más del grupo, dejando al público completamente de lado, que no sólo no sabe quién es o de dónde proviene, sino que tampoco sabrá por qué motivo o circunstancia se le considera extravagante, pues en ningún momento del relato realizará ningún tipo de acción que justifique dicha cualificación. En rigor de la verdad, en el resto de la historia no realiza ningún tipo de evento que justifique su presencia en la película; el personaje podría haberse omitido, y los acontecimientos habrían sido exactamente los mismos, quizás mejores.

Sospecho que la renuencia de los realizadores por introducir narrativamente a los personajes, ha estado vinculada a la negativa de realizar un mínimo esfuerzo en la construcción de los caracteres, y en resignar alguna pequeña fracción, de la ya de por sí extensa -y excesiva- duración de las secuencias de pelea. Imagino que la idea de fondo que estará detrás de semejante premisa es no detener el relato y pasar a la acción, para no aburrir al espectador con los momentos muertos vinculados al desarrollo del argumento. Se olvida, de este modo, que una buena estructura narrativa es un equilibrio entre acción y preparación; entre conflicto latente y suceso desencadenado.

Los personajes y sus desmotivaciones

¿Cómo es posible tomarse en serio un relato que no toma en serio sus propias premisas de origen? La película presenta un conjunto de personajes con motivaciones que van mutando y/o abandonándose sin ningún tipo de razón aparente. El relato trata a los caracteres humanos como si fuesen una extensión material de la escenografía, moviéndolos a su capricho, sin ningún tipo de dirección sensata posible, contrariando incluso los contenidos iniciales que los propios personajes plantean.

1. La trama comienza presentándonos los problemas de adaptación de Jia, una muchacha oriunda de la isla Calavera y última sobreviviente de la tribu Iwi que protege a King Kong. La muchacha, adoptada por la Dra. Andrews, no consigue encontrar su lugar en este mundo occidental, y toda su motivación es reencontrarse con Kong y sus raíces originarias. Durante la trama Jia y el equipo entran en contacto con un antiguo poblado Iwi, ella muestra claros signos de pertenencia y la gente Iwi también la recibe como a una más. Sin embargo, cuando la Dra. Andrews ya se ha resignado a renunciar a su hija, pues efectivamente todos los elementos del relato apuntan en esa dirección, la muchacha –de modo imprevisto- decide volver a la superficie, sin más explicación que una frase que la madre le había dicho en la superficie a su hija, pero que ahora cobra sentido para la muchacha: “hogar es donde estemos tú y yo”.

2. Bernie ha difundido información sobre la tierra hueca, pero sin ofrecer las pruebas de rigor, perdiendo credibilidad entre sus seguidores; por eso, cuando la Dra. Andrews lo contacta para solicitarle ayuda, Bernie pone como condición fundamental que lo incluyan en una misión hacia la tierra hueca para poder documentar él la misión, y resarcirse en su comunidad digital. En la tierra hueca se obsesiona con registrar cada momento, pero en el momento en que va a grabar la extraordinaria fuente de energía que alimenta a los Iwi, su tenaz obsesión, la única motivación que ha puesto en escena el personaje, se desarticula ante unas pocas y anodinas palabras por parte de Trapper (el veterinario que los acompaña): “si estas imágenes circulan, el mundo de esta cultura, tal como es ahora, desaparecerá”.

Estos dos casos ilustran bastante bien un patrón: los personajes abandonan y sustituyen sus motivaciones esenciales a partir de palabras. En ninguno de los dos ejemplos mencionados hay una sola justificación narrativa, basada en sucesos, que amerite un centímetro de verosímil para esas decisiones. Puesto que ningún elemento ha mediado para que aceptemos de modo verosímil ninguna de las dos situaciones, la decisión inicial de Bernie de exponer sus registros se presentaba como el conflicto natural que la historia podía enfrentar. Recordemos, por otra parte, que Bernie es un personaje roto; en la película anterior se nos ha dicho que su esposa ha muerto, y él dice de ella que era “su roca”, “su verdad”. Muerta su esposa, sólo le queda conservar “su verdad”, que en esta película adquiere la configuración de una “credibilidad”, que ha perdido, y quiere recuperar. El abandono de la motivación inicial (documentar ese contenido para exponerlo frente a su comunidad y recuperar su identidad) es lo mismo que destruir el personaje, y todo aquello que lo mueve.

En fin, un entrecruzamiento entre Godzilla y Kong, del cual Godzilla prácticamente no participa; un conflicto central entre el héroe (Kong) y su oponente (Skar King), cuya peripecia llega al desenlace dejando de lado a estos contendientes; interviene sobre el último minuto Mothra, un personaje ausente en el resto de la película. Y todo ello impulsado por unos humanos que no desempeñan en los acontecimientos ninguna función significativa o relevante.

Título: Godzilla y Kong: El nuevo imperio
Título original: Godzilla x Kong: The New Empire.
Dirección: Adam Wingard.
Intérpretes: Rebecca Hall, Brian Tyree Henry, Dan Stevens, Kaylee Hottle, Alex Ferns y Fala Chen.
Género: Acción, Fantástico, Ciencia-ficción.
Calificación: Apta para mayores de 13 años.
Duración: 115 minutos.
Origen: EE.UU.
Año de realización: 2024.
Distribuidora: Warner Bros.
Fecha de estreno: 28/03/2024.

Puntaje: 1 (uno)

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