Por Juan Blanco
Y continúan los intentos de supervivencia de estas pequeñas muestras de género que ya no buscan quizás prestigio académico, sino apenas hacer unos mangos en el cartel. Aunque en el caso de Mr. Brooks al menos cabe decir que se trata de uno de los micro-productos más entretenidos que tocó sortear este año; uno que podría convertirse en macro si se cumple 
la promesa de los productores de llevar a la pantalla grande la trilogía temática sobre los asesinos seriales o la doble personalidad, y no necesariamente con el Sr. Brooks a la cabeza (como sucedió con Oldboy: cinco días para vengarse y las dos “simpáticas venganzas” posteriores, que consolidaron una trilogía en tema y estilo pero sin historias correlativas). Y además, Mr. Brooks trae de vuelta al mundo de los vivos a tres artistas casi olvidados por la industria norteamericana: Kevin Costner (que al menos en los últimos años se lo observó en varios módicos intentos de regreso), William Hurt (recientemente rescatado por Cronenberg y Shyamalan) y Demi Moore (que unos cuántos hasta dudamos de si seguía con vida…).
El elegantemente apático Kevin Costner interpreta al señor del título, un exitoso hombre de negocios que posee -además de una empresa y una familia perfectas- un pequeño problemita psicológico: tiene un alter ego maligno (suerte de representación fantasmal e imaginaria que encarna estupendamente William Hurt) que lo incita a matar por placer. En su rutina familiar y profesional, el Sr. Brooks brilla como un esposo y padre amoroso, así como un visionario industrial; mientras, en su cerebro duermen deseos homicidas que de tanto en tanto su “otro yo” consigue hacer realidad llevando a Brooks a perpetrar asesinatos azarosos. Cuando el mismo, ya cansado de su costado oscuro, decide matar por última vez, alguien lo fotografía accidentalmente en acción y decide extorsionarlo con una extraña demanda: no sólo quiere que continúe la ola de homicidios, sino que además le exige que lo lleve de paseo en su próxima matanza. Así comienza un juego de manipulaciones, mayormente psicológicas, entre el asesino y su extorsionador y en paralelo la cacería policial de este psicópata (apodado por los medios como “el asesino de las huellas”) presidida por una detective implacable (la ex-exiliada Demi Moore) que no descansará hasta atrapar a su presa.
No obstante su indiscutible dinámica y su capacidad de entretener durante casi dos horas de metraje, la elementalidad como producto en Mr. Brooks existe, y quizás pase por el concepto mismo del conocido cuentito policial con asesino con doble personalidad y sus anecdóticos derivados. Pero aún dentro del mecanismo clásico sobreviven en Mr. Brooks
dignos rastros de ingenio, representados en las ambiguas vueltas de guion y en la multiplicidad de líneas narrativas que buscan –y logran- complejizar la trama tanto a nivel formal como dramático. No sólo tenemos la dualidad mental del protagonista (que en realidad no tiene dos personalidades, sino una compartida) y sus internas familiares (tiene una hija adolescente embarazada y presunta homicida), sino también las relaciones con su “aficionado voyeur” (con el que da más vueltas que una calesita) y la detective (personaje con un importante desarrollo emocional y que eventualmente verá conectado su pasado con el futuro de Brooks). Y he aquí la cuestión: lo que hace de Mr. Brooks un ejemplar entretenimiento son precisamente los excesos y las incesantes búsquedas de un guion loablemente esmerado para interconectar los relatos y sorprender, en la medida de lo posible, al espectador.
Mención aparte merecen estos tres ex-grandes de ese conocido Hollywood que siempre se olvida de sus estrellas a conveniencia. Costner y Hurt se complementan a la perfección (y hasta se nota el sutil parecido físico entre ambos que justifica la “pareja”) y Moore demuestra que aún hoy, después de muchos años desde aquella época en que fue una de las favoritas del público, conserva ese nervio dramático que es un gusto volver a encontrar en pantalla. A los tres, un bienvenido regreso.
Título: Mr. Brooks.
Título Original: Idem.
Dirección: Bruce A. Evans.
Intérpretes: Kevin Costner, William Hurt, Demi Moore, Dane Cook, Marg Helgenberger, Danielle Panabaker, Lindsay Crouse, Ruben Santiago-Hudson, Aisha Hinds.
Género: Thriller, Drama.
Clasificación: Apta mayores de 16 años.
Duración: 120 minutos.
Origen: EE.UU.
Año de realización: 2007.
Distribuidora: CDI Films.
Fecha de Estreno: 31/05/2007.
Puntaje: 7 (siete)
