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miércoles, 1 mayo 2024
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La cáscara: Deriva existencial

Por Pablo E. Arahuete

Existen varias similitudes conceptuales entre La Cáscara, film de Carlos Ameglio, y El Otro de Ariel Rotter. Por un lado, la idea de encuadrar a los roles sociales como parte constitutiva de nuestra identidad, esa cárcel interna que nos vuelve disconformes con lo que somos. El personaje de Julio Chávez en el relato de Rotter usurpaba (metafóricamente hablando) la identidad de un muerto para salir de la prisión rutinaria de ser siempre el mismo. También es un muerto -mejor dicho la muerte-, el punto de partida para cambiar la propia cáscara o ese traje de luto llamado identidad. Ese es el eje rector del film de Ameglio, concentrado en el devenir existencial de Pedro, su protagonista (soberbio papel de Juan Manuel Alari).

Pedro trabaja con Juan en una agencia de publicidad contratada por un laboratorio que pretende promocionar un nuevo antigripal. El problema radica en que la competencia ya lanzó al mercado un aviso idéntico al propuesto por Juan y Pedro, recayendo sobre la agencia la sospecha de haber filtrado información al enemigo, por lo cual deberán idear un nuevo plan estratégico en muy corto tiempo. Pero el creativo del grupo siempre ha sido Juan y no Pedro, quien se encarga de la parte gráfica en las presentaciones. Pese a su rol de segundo, de figurita decorativa amparada en la apariencia, Pedro transmite una apatía frente a todo, cierto conformismo exterior que perturba. Por eso, la imprevista muerte de Juan lo desestabiliza y surge una chance de romper la inercia. Repentinamente lo ascienden a creativo y debe presentar las ideas del nuevo spot publicitario; se muda frente al departamento de su amigo Juan, porque quizás en su computadora haya ideas frescas. Pero el tiempo apremia y la presión de la entrega lo acorrala en su propia impotencia, aunque pretenda ocupar el lugar de Juan. A la atmósfera agobiante se suman los encuentros nocturnos de Pedro con un chico misterioso (Martín Voss), que funciona como una especie de voz de la conciencia que se intercala con la del propio Pedro en off, narrador omnisciente oportuno para enriquecer el punto de vista.

Ameglio, proveniente de la publicidad, apela a la gran capacidad expresiva de su reparto, sobre todo de Alari, y a la cuidada puesta en escena para desarrollar una historia donde las segundas oportunidades no llegan nunca. Apenas aparecen como una ilusión. Por lo general, el cine le tiene un lugar reservado a las búsquedas de la identidad entronizada al pretexto de un viaje iniciático ligado a la road movie. Sin embargo, La cáscara es un prototipo del no-viaje, del deambular sin sentido, para llegar al mismo punto porque el viaje también es una buena excusa para no ver esa cáscara que nos protege, nos vulnerabiliza, nos encierra. ¿Quién se atreve a romperla?

Título: La cáscara.
Título Original: Idem.
Dirección: Carlos Ameglio.
Intérpretes: Juan Alari, Martín Voss, Horacio Marasi, Walter Reyno, Carlos Ameglio, Filomena Gentile, Jorge Bolani, Augusto Mazzarelli, Virginia Ramos, Soledad Gilmet.
Género: Comedia, Drama.
Clasificación: Apta todo público.
Duración: 105 minutos.
Origen: Uruguay/ Argentina/ España.
Año de realización: 2007.
Distribuidora: Primer Plano.
Fecha de Estreno: 20/09/2007.

Puntaje: 7 (siete)

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