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sábado, 27 abril 2024
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Desapareció una noche: La calidad por sobre el prejuicio

Ben Affleck nunca fue un actor de mi gusto por motivos que todos entenderán si alguna vez lo vieron en acción (recomiendo especialmente Pearl Harbor para los no iniciados) y su casamiento con la fabulosa Jennifer Garner empeoró aún más las cosas entre nosotros. Si antes me parecía imbancable ahora directamente lo detesto. Tras esta patética confesión y con una mano en el corazón admito que Desapareció una noche, su formidable debut directorial, es una de las más intensas óperas primas que hayamos conocido en los últimos años y probablemente vaya a encabezar mi lista de las mejores películas estrenadas en este vertiginoso 2007 que ya llega a su fin. ¿Es esto una reconciliación, una tregua o qué? Sin lugar a dudas: qué.

La novela de Dennis Lehane -el mismo autor de la también magistral Río místico– en la que se basa el guion se sitúa en un barrio bajo de una Boston inquietante y está prodigiosamente capturada en el celuloide por la cámara del director de fotografía John Toll. Desde las primeras imágenes Affleck demuestra una agudeza poco común para captar momentos tan realistas como bellísimos en un registro de corte casi documental. La galería de personajes extraídos de la vida cotidiana que allí se observa establece un clima perfecto para empezar a desarrollar una historia urticante que involucra temas pesados como la violencia infantil y la pedofilia.

El secuestro de la pequeña Amanda, de apenas cinco años de edad, convulsiona a propios y extraños. La desesperada familia de la nena, el personal policial, los vecinos bien intencionados y la prensa sensacionalista se dan cita en el lugar de los hechos, la casa materna. Y qué madre, por cierto. Helene (una impactante caracterización de Amy Ryan) es una mujer alcohólica y drogadicta que cría a su hija con la ayuda de su hermano Lionel (Titus Welliver) y su cuñada Bea (la siempre notable Amy Madigan). No es precisamente un modelo de conducta ni un ser humano responsable pero se da por descontado que ama a la niña. Pese a la mala relación con ella, Bea resuelve intervenir contratando los servicios de los investigadores privados Patrick Kenzie (Casey Affleck, hermano menor del director) y Angie Gennaro (la deliciosa Michelle Monaghan) que viven en la zona –juntos, de hecho, porque son pareja- y resultan ideales para entrevistar a gente que no suele sincerarse con los policías. Y hablando de Roma, el caso está a cargo del capitán Jack Doyle (el gran Morgan Freeman) que es un adalid en la lucha contra el crimen infantil desde que su propia hija fuera víctima de un asesinato. La investigación recae sobre las espaldas de dos detectives veteranos: Remy Bressant (un Ed Harris tan sanguíneo como era de esperarse) y Nick Poole (John Ashton, recordado viejo cascarrabias en la saga de Beverly Hills Cop), quienes aceptan muy a su pesar la colaboración de Patrick y Angie.

Une vez determinada la línea argumental y presentados los personajes principales, se da inicio a una carrera contra el tiempo para rescatar a la niña. El problema es que los secuestradores no se ponen en contacto con Helene lo cual sólo hace temer lo peor. Las sospechosas actividades de la mujer junto a delincuentes del barrio orientan a los investigadores hacia un terreno peligroso y en última instancia mortal. Hablo de un territorio moral en el que hubiese sido muy sencillo para Ben Affleck apuntar a lo conveniente y dejarlo ser. Nadie se lo hubiese reclamado demasiado. Empero, las decisiones que toman los personajes son de los personajes. Affleck no los utiliza como meros títeres para una bajada de línea lamentable. Por eso, y esto es un acierto mayúsculo, Desapareció una noche carece de un “mensaje” moralista. Humildad, dignidad, decoro… ¿seguro que es Ben Affleck a quien estoy elogiando?

Este drama absorbente narrado con una precisión y un tempo inadmisible para un debutante va desarrollando su trama con cohesión, coherencia y honestidad hasta llegar a un final donde se atan todos los cabos argumentales satisfactoriamente. La emoción brota espontánea mientras luchamos internamente por tomar partido en un conflicto tan inesperado como desgarrador que nos envuelve sin pedir permiso. Imposible salir del cine y no continuar meditándolo. ¿Cuántas películas en esta época fútil se atreven a erogarse semejante derecho? Se las dejo picando y les recomiendo que la vean.

Título: Desapareció una noche.
Título Original: Gone baby gone.
Dirección: Ben Affleck.
Intérpretes: Casey Affleck, Michelle Monaghan, Morgan Freeman, Ed Harris, Amy Ryan, Karen Ahern, Carla Antonino, John Ashton, Amy Madigan, Edi Gathegi y Titus Welliver.
Género: Policial, Thriller.
Clasificación: Apta mayores de 16 años.
Duración: 114 minutos.
Origen: EE.UU.
Año de realización: 2007.
Distribuidora: Buena Vista.
Fecha de Estreno: 22/11/2007.

Puntaje: 9 (nueve)

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