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domingo, 28 abril 2024
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Un abogado enjaulado: Profesional de la mentira

Hay un craso error en el título en español de este primer emprendimiento del director (normalmente sólo comediante) Rob Schneider: el personaje allí aludido de letrado no tiene nada. Por el contrario, se trata de un embaucador disfrazado de agente inmobiliario que debido a sus reiteradas estafas vendiendo tiempos compartidos es aprehendido con las manos en la masa y sumariamente sentenciado a tres años de cárcel. Como cuenta con seis meses antes de ser encerrado, nuestro anti-héroe dedica obsesivamente los escasos días que le quedan preparándose para defender su “honor” (ejem) de los peligrosos reos de la penitenciaría con un gurú de las artes marciales, The Master (un genial David “Kung-Fu” Carradine). Desatendida por su marido, la poco despierta Mindy (una bellísima y deliciosa Jennifer Morrison) hace abandono de hogar cansada de las locuras de un Stan (a quien Rob Schneider reviste de todos los tics que lo llevaron a una modesta fama en Hollywood) psicológicamente al borde del abismo por el terror que le provoca perder el invicto de manera tan poco delicada. Y es imposible no darle la razón: ¿a quién puede interesarle concebir un hijo cuando en el horizonte se avizora tan deshonrosa ignominia? Sorry, Mindy: primero está el upite y después la familia…

La estructura de Un abogado enjaulado consta de dos partes nítidas: el despiadado “entrenamiento” que convertirá a Stan en una máquina de bajar muñecos y su posterior estadía en prisión donde logrará imponerse entre los grupos de neonazis, mexicanos y afroamericanos con su poco ortodoxa técnica de defensa personal. Ya adaptado a su nuevo hábitat Stan debe resolver una disyuntiva: su alianza con el Director Gasque (Scott Wilson) –que lo necesita para una asesoría de negocios non sanctos- podría facilitarle la libertad tras cumplir un tercio de la condena pero a costas de sacrificar la lealtad y el respeto que se ha ganado con sus compañeros. ¿Traicionará el redimido Stan la confianza de su gente o aceptará su destino como un hombre? No se pierda el próximo capítulo de esta fascinante… ehhh, no, perdón, me dejé llevar por el entusiasmo. Má sí, cualquiera puede imaginarse cómo termina. El tema es si vale la pena pagar una entrada y sentarse a ver una sarta de obviedades durante casi dos horas de tu vida. Sí y no… y veamos por qué.

Sí, cuando el humor grosero y anárquico de Schneider –eterno compinche de Adam Sandler en tantas películas- toma las riendas del relato. Ocurre de a ratos y no siempre con similar eficacia pero la simpatía general del elenco –en el que se lucen, por increíble que parezca, TODOS los actores, principales y secundarios- se ocupa de dignificar a esta opera prima sin ambiciones excepto la de entretener y divertir.

No, en cambio, cuando la historia se extiende indefinidamente sin motivos serios que la avalen o cuando la solidaridad entre los reos que promueve Schneider en su rol de realizador pierde toda irreverencia para caer en el más rancio lugar común. ¿Un comediante tan ácido como el intérprete de Gigoló por accidente resulta que ahora vende mensajes convenientemente temporizadores? No es muy creíble pero si sopesamos pros y contras, esta comedia sin ínfulas ni virtuosismo se deja ver con cierta gracia y cuando se edite en DVD seguramente encontrará su público…

Título: Un abogado enjaulado.
Título original: Big Stan.
Dirección: Rob Schneider.
Intérpretes: Rob Schneider, Jennifer Morrison, Tsuyoshi Abe, Erik Betts, David Carradine, Randy Couture, M. Emmet Walsh, Barbara Dodd, T.J. Amato, Robert Flores, Federico Dordei y Olivia Munn.
Género: Comedia.
Calificación: Apta mayores de 16 años.
Duración: 105 minutos.
Origen: EE.UU.
Año de realización: 2007.
Distribuidora: Pachamama Cine.
Fecha de estreno: 23/04/2009.

Puntaje: 5 (cinco)

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