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domingo, 28 abril 2024
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Ponyo y el secreto de la sirenita: La mitología del océano

Por Emiliano Fernández

Sosuke es un niño de cinco años que vive junto a su madre en una hermosa casa construida en la cima de un acantilado. En una de sus exploraciones por las rocas que costean una playa casi inexistente encuentra atrapada en un frasco a una pequeña niña con forma de pez a la que decide bautizar “Ponyo”. La susodicha es hija de la mismísima Madre Naturaleza y un mago que alguna vez fue un ser humano; hoy entregado a la recolección de elixires de todas las criaturas vivientes del océano para reparar el daño que nosotros, los moradores de la tierra, hemos causado. De inmediato entre Sosuke y Ponyo surge una esplendorosa amistad sustentada en la inmediatez propia del primer descubrimiento. Pero el deseo de la joven de tener brazos y piernas en lugar de aletas no es bien recibido por su temeroso padre.

Hayao Miyazaki, indudablemente uno de los mayores genios del cine de animación de las últimas décadas, en Ponyo y el secreto de la sirenita (Gake no ue no Ponyo, 2008) vuelve a apelar al público infantil en un tono similar al de la recordada Mi vecino Totoro (Tonari no Totoro, 1988). La mutua fascinación entre los dos protagonistas, representantes prototípicos de mundos en conflicto, reenvía una vez más hacia formulaciones ideológicas vinculadas al pacifismo, la ecología y la defensa de valores como la solidaridad y el compromiso. Por supuesto no puede faltar la clásica dialéctica formal de las obras del japonés: mientras que los personajes se caracterizan por sus trazos sencillos y su emotividad minimalista, los fondos están cargados de una belleza abrumadora, plagada de detalles en verdad exquisitos.

De hecho, la excelente secuencia previa a los créditos iniciales ilustra de maravillas tanto los rasgos específicos de la composición visual como los elementos centrales del orden del contenido. En ella vemos a Fujimoto, el padre de Ponyo, “encerrado” en una inmensa burbuja situada en la luminosa profundidad, desde la cual observa el pasar de seres ancestrales y crea vida derramando brebajes mágicos. En un momento de descuido la niña consigue escapar y comienza una travesía hacia la superficie motivada por la curiosidad. Allí es cuando fruto del accionar de una embarcación de limpieza, se ve succionada por una red repleta de basura. Nuevamente el surrealismo ampuloso, las mitologías antiguas y una animación en extremo artesanal se unen para un discurso honesto de corazón ambientalista.

El cineasta va mucho más allá de la simple exaltación de un universo oculto, retratado con un preciosismo incandescente: sus propuestas celebran la riqueza de la imaginación a través de una estilización conspicua, pocas veces vista en Occidente. Abrazando un fundamentalismo exitoso en términos artísticos y dejando de lado el camino -o quizás la autopista- que abrió la llegada masiva de los CGI, el Estudio Ghibli insiste con la multiplicidad de colores, las dos dimensiones y las prodigiosas manos de sus dibujantes. A todo esto debemos sumar el imponderable extrañamiento perceptivo que genera disfrutar de consideraciones simbólicas propias de una cultura diferente a la nuestra. Sin embargo, ya se ha remarcado suficientemente que el Japón actual está muy lejos del ideado por Miyazaki.

Si El viaje de Chihiro (Sen to Chihiro no kamikakushi, 2001) y El increíble castillo vagabundo (Hauru no ugoku shiro, 2004) estaban orientadas al animismo descarnado y la configuración corporal caricaturesca, intereses históricos del realizador, en esta oportunidad se limitó la densidad conceptual en función del público a captar y el material base, nada menos que La sirenita de Hans Christian Andersen. Como en todo opus del asiático encontramos desniveles narrativos, dificultades en lo que respecta a la selección del final y una estructura a esta altura paradigmática (un comienzo ensoñado, una segunda mitad con alguna escena de acción y un desenlace cercano a la resignación romántica). En esta extraordinaria sinfonía oceánica no hay cinismo: niños y adultos se comportan como tales…

Titulo: Ponyo y el secreto de la sirenita.
Titulo Original: Gake no ue no Ponyo.
Director: Hayao Miyazaki.
Voces originales: Yuria Nara, Hiroki Doi, Jôji Tokoro, Tomoko Yamaguchi, Yuki Amami y Kazushige Nagashima.
Género: Anime, Aventuras, Fantasía, Infantil.
Clasificación: ATP.
Duración: 100 minutos.
Origen: Japón.
Distribuidora: Pachamama.
Año Realización: 2008.
Fecha Estreno: 23/07/2009.

Puntaje: 9 (nueve)

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