Por Francisco Nieto, corresponsal en España
Un documental, como cualquier película, se beneficia de no conocer la historia de los eventos de antemano. Esto, naturalmente, aumenta el interés y el placer de la visualización. Sin embargo, con eventos tan noticiosos como los de Perdidos en el Amazonas, es difícil mantener el suspenso sobre su desarrollo y desenlace, especialmente porque están grabados en la memoria reciente de muchos espectadores. Esto se debe no solo a que los eventos ocurrieron en 2023, sino también al documental de Netflix Los Niños Perdidos, estrenado en la plataforma el año pasado, y que aborda exactamente el mismo tema.
Sin embargo, muchas reseñas y artículos de fondo tienden a presentar esta historia con muchísimo detalle. Esto podría no ser un problema para muchos de nosotros, quienes ya sabíamos algunas cosas y simplemente queremos revivir la historia, pero es una lástima para los (futuros) espectadores que se asoman al documental completamente desconocedores de los hechos acaecidos. Así que, permítanme ser breve con la introducción de esta increíble historia: en mayo de 2023, una avioneta se estrelló en la Amazonía colombiana, lo que provocó una larga y agotadora búsqueda por parte de militares e indígenas para encontrar a los supervivientes.
En Perdidos en el Amazonas, los participantes de la misión de rescate, los familiares de los desaparecidos y otras personas involucradas relatan sus experiencias. Ofrece un meticuloso relato cronológico de los esfuerzos y las dificultades que tuvieron que llevar a cabo en la selva hasta completar su misión de rescate. Todos aportan su perspectiva ante la cámara o como voces en off a las imágenes de archivo, las reconstrucciones y las animaciones. Los nombres son, por supuesto, casi los mismos que en Los Niños Perdidos, pero con algunos añadidos que hacen de Perdidos en el Amazonas un documental ligeramente mejor que su predecesor.
Ha pasado un año desde ese período traumático, y para algunos testigos presenciales, se ve que ha llegado el momento de cooperar con los periodistas y cineastas interesados en la peripecia extrema. Probablemente tendrán que contar su historia innumerables veces, ya que es una de las más extrañas de los últimos años y ha marcado a todos los involucrados para el resto de sus vidas. Además, la operación conjunta de rescate ha impulsado la unificación nacional, lo que aquí se recalca en varias ocasiones como proclama o mensaje de que la unión hace la fuerza.
La población indígena, en gran parte bajo el control de la guerrilla de las FARC, está en desacuerdo con el gobierno colombiano. La desconfianza mutua es alta al inicio de la operación de rescate, pero gradualmente los comandos desplegados y los exploradores locales aprenden a cooperar y respetarse mutuamente. Lo curioso del asunto, y seguramente la parte más extravagante y jocosa de este valioso documento, es como los estimulantes juegan un papel importante en la unificación de pareceres, tan esquiva al inicio de la operación. Se ve que nada une más que una buena dosis de cocaína y tabaco, y encima ni se nos advierte en esos títulos que suelen aparecer al margen al inicio de las producciones, de que van a aparecer imágenes explícitas de su consumo. De todas formas recordamos aquello que se suele decir de: “prohibido intentarlo en casa”…
Así antes de que comience el verdadero trabajo, se sirve ayahuasca. Según el chamán acompañante, las visiones despertadas los llevarán hasta los desaparecidos. Incluso los comandos más prácticos acaban enredándose en el mundo de los rituales y la superstición, con tal de que esto conduzca a una misión exitosa. El comandante del ejército gubernamental dice: «Fue extraño trabajar juntos así, porque no estoy en un cuento de hadas de los hermanos Grimm, pero lo intentamos todo para encontrar a los perdidos». Esta es una historia de perseverancia, flexibilidad y (según muchos) voluntad divina.
Si tienes acceso a ambos servicios de streaming, puedes realizar la comparativa y comprobar como Perdidos en el Amazonas en Disney+ es una opción ligeramente mejor que Los Niños Perdidos de Netflix. Se han incorporado actores clave al reparto y algunas historias están más desarrolladas. Por ejemplo, además del espíritu maligno “el Duende”, en quien los rescatadores creen firmemente, aparece otro fantasma, lo que añade más profundidad a la dinámica de grupo descrita y mostrada.
Título: Perdidos en el Amazonas.
Título original: Lost in the Jungle.
Dirección: Elizabeth Chai Vasarhelyi, Jimmy Chin & Juan Camilo Cruz.
Fotografía: Max Preiss.
Edición: Flavia de Souza, Deborah Dickson.
Género: Documental, Docudrama.
Calificación: AM 13 años.
Duración: 96 minutos.
Origen: EE.UU./ Colombia.
Año de realización: 2025.
Plataforma: Disney+.
Fecha de estreno: 13/09/2025.
Puntaje: 7 (siete)
