Por Pablo E. Arahuete
La ciencia ficción en el cine fue un género que con el correr de los años sufrió un ligero desgaste, y que a partir de films como 2001: odisea del espacio y La guerra de las galaxias (aunque ésta más ligada al fantástico) experimentó un rejuvenecimiento que le permitió seguir su desarrollo y buscar nuevos formatos y estilos.
Desde aquellos films que allá por los años 50 aventuraban hipótesis sobre la existencia de vida extraterrestre y la posible amenaza de un ataque masivo -cuyos íconos cinematográficos fueron desde La guerra de los mundos hasta los E.T.s amistosos de los años 80-, la flexibilidad del género permitió segundas lecturas, y así, amparándose en un terreno de conjeturas acerca de un futuro lejano e insospechado se infiltró en las historias un punto de vista crítico sobre el presente.
De esta manera, el cine de ciencia ficción fue un excelente instrumento para desarrollar
distopías, es decir, utopías de carácter negativo, con escenarios devastados por el avance nuclear, y donde subyacen los peligros particulares de la post-modernidad: la deshumanización del hombre, la interdependencia con las máquinas, la paranoia y el control social, entre otros. En esta línea se enmarcan las novelas del escritor Philip K. Dick (Blade Runner, Minority Report), en la representación de mundos distópicos que no son más que el reflejo distorsionado del presente. Una de sus obras, El vengador del futuro, llevada a la pantalla grande por Paul Verhoeven, nos introducía en la vida de un personaje que descubre una realidad paralela a la suya inmersa en un entorno completamente hostil y de la que no puede escapar.
En Impostor, el escritor retoma esta idea desarrollando la historia de un personaje que debe descubrir cuál es su verdadera identidad, y sobre este punto el film de Gary Fleder (Besos que matan, Ni una palabra) construye una trama compleja, dotada de buenas ideas y algunos aciertos en la propuesta estética. Spence Olham (Gary Sinise) es un científico que trabaja en la AST, una suerte de agencia encargada de la seguridad y que responde al gobierno, cuyo mando recae en una canciller. Ante la posible guerra con los extraterrestres, Oldham y su compañero Nelson idean una sofisticada arma para repeler el ataque. Pero la apacible vida de Spence junto a su esposa Maya (Madelaine Stowe), dedicada tiempo completo a los heridos de guerra, se trastoca cuando éste es acusado por el Mayor Hathaway (Vincent D´Onofrio) de espionaje. Se argumenta que Spence no es quien dice ser sino un extraterrestre que tomó su cuerpo. Desde allí, el director teje una trama que se convierte en un duelo entre perseguidor y perseguido, hilvanando pistas para llegar al sorpresivo desenlace.
Fleder logra plasmar en un relato paranoico y con una puesta en escena ajustada, un guión que reúne los temas recurrentes del género. Aunque en algunas ocasiones las resoluciones son apresuradas y transforma a Impostor en un film convencional que desaprovecha la riqueza del universo de Philip K. Dick.
Título: Impostor.
Título Original: Idem.
Dirección: Gary Fleder.
Intérpretes: Gary Sinise, Madeleine Stowe, Vincent D’Onofrio, Mekhi Phifer, Shane Brolly, Tony Shalhoub, Elizabeth Peña, Gary Dourdan, Lindsay Crouse, Golden Brooks, JoNell Kennedy, Ivana Milicevic.
Género: Ciencia-ficción, Drama, Misterio.
Clasificación: Apta mayores de 13 años.
Duración: 95 minutos.
Origen: EE.UU.
Año de realización: 2001.
Distribuidora: Buena Vista.
Fecha de Estreno: 04/04/2002.
Puntaje: 6 (seis)
