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sábado, 27 abril 2024
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Mini espías 3D: Genética del entretenimiento

Por Agustín Mango

Que a Robert Rodriguez le apasiona el entretenimiento cinematográfico no es ninguna novedad. Incluso antes de la serie de películas Mini espías, su Del crepúsculo al amanecer (1996) era un viaje a lo más profundo del imaginario y el recuerdo de las películas de autocines (que funcionaban precisamente, del crepúsculo al amanecer). Con aquel giro genérico de 180 grados, Rodriguez invitaba a una vampiresca fiesta que (retro)escupía sangre con algún que otro coágulo kitsch, rindiendo un tributo actual a los géneros marginales del cine y nutriéndose de ellos para alimentar la pantalla en un festín de diversión.

En la tercera entrega de Mini espías, el director entra de lleno en una dimensión de deleite visual puro, de juego llevado al límite cinematográfico siempre cubierto por un manto de infancia (o pre-adolescencia) en el sentido más vital y veloz de la palabra. Ese clima, y esa sensación, es la que proyecta su fluorescente y tridimensional luz desde la pantalla y a través de los anteojos 3D, cuya imagen híbrida el cine con el videojuego, generando un objeto vivo y poderoso, aunque parezca confuso en cuanto a su genética.

En la tendencia actual del cine de apropiarse de elementos propios de otros ámbitos como el cómic, la televisión y el videojuego, Mini espías lleva esa apropiación a un nivel extremo de complementariedad que realmente funde los distintos recursos. Su misma trama le da la excusa y el punto de partida perfecto: Juni debe entrar a un videojuego para rescatar a su hermana Carmen -y al mundo- de los planes del programador Toymaker (Sylvester Stallone). A partir de ahí, más de la mitad de la película transcurre dentro de un universo virtual con reminiscencias a Tron (Steven Lisberger, 1982), configurando un todo que parece definirse en un idioma diferente al cine, y que, aunque prácticamente en su totalidad recurre a las fuentes del videojuego, nunca deja de ser llevada por una fuerza consciente de su esencia cinematográfica. De este compendio visual festivo, Rodriguez sintetiza y separa lo más efectivo de sus diferentes fuentes, y extrae el más puro entretenimiento visual haciéndolo funcionar como el denominador común que cohesiona las distintas ramas de su árbol genealógico.

Título: Mini espías 3-D.
Título Original: Spy Kids 3D: Game Over.
Dirección: Robert Rodriguez.
Intérpretes: Antonio Banderas, Carla Gugino, Alexa PenaVega, Daryl Sabara, Ricardo Montalban, Holland Taylor, Sylvester Stallone, Mike Judge, Salma Hayek, Matt O’Leary, Alan Cumming, Tony Shalhoub y Steve Buscemi.
Género: Acción, Familiar, Aventura.
Clasificación: Apta todo público.
Duración: 84 minutos.
Origen: EE.UU.
Año de realización: 2003.
Distribuidora: Buena Vista.
Fecha de Estreno: 15/01/2004.

Puntaje: 8 (ocho)

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