back to top
sábado, 27 abril 2024
InicioCríticaExcesos: El decadente señor Holmes

Excesos: El decadente señor Holmes

El fallecido actor porno John Holmes se convirtió en una leyenda de la industria no precisamente por sus dotes interpretativas sino por los treinta y cinco centímetros que la madre natura le otorgó a su herramienta de trabajo más preciada. Símbolo de una época corrupta, promiscua y hedonista que permitió la legitimación y eventual florecimiento de la pornografía en los Estados Unidos, Holmes atravesó los años setenta -su década de gloria- con un total desenfreno epicúreo. Esa voracidad le costaría caro en el futuro: a sus adicciones al alcohol y a las drogas duras habría que adosarle el nuevo mal que azotaría al mundo: el SIDA. Tras contraer el virus este hombre enfermo más allá de lo físico no se molestó en advertir a nadie de su dolencia contagiando impunemente quién sabe a cuántas mujeres en sus años finales. Hablando en criollo: un verdadero hijo de puta.

Un hecho policial gravísimo (muy bien recreado en Boogie Nights – Juegos de placer, de Paul Thomas Anderson, una excelente película que no debe ser comparada con Excesos porque sus intenciones no son equivalentes) acontecido en 1981 involucró al todavía reconocido Rey del Porno, Johnny Wadd (seudónimo que adoptara Holmes para algunos de sus filmes más populares). En Laurel Canyon, barrio de Los Angeles, unos tipos se metieron en una casa de la calle Wonderland y sorprendieron a cinco personas en medio de la noche. Las destrozaron con una saña inusual munidos de caños metálicos cortos que utilizaron como cachiporras. Como consecuencia del sanguinario asalto quedaron cuatro muertos y una mujer en estado crítico. Uno de los que participaron en el crimen fue identificado como el mismísimo John Holmes. Las víctimas tenían un pasado de traficantes de estupefacientes y eran compinches de Holmes con quien mantenían una relación que llegó a ser, simplemente, de conveniencia mutua.

La investigación ulterior fue revelando que los fallecidos se valieron de su famoso amigo para ingresar a la casa de Eddie Nash, un millonario de origen palestino vinculado con la mafia, que le vendía cocaína al actor por lo que solía entrar y salir del lugar con asiduidad. Un Holmes arruinado económicamente acepta dejar entreabierta una puerta para accederles el ingreso a la mansión de Eddie Nash. El robo resultó un éxito pero no fue muy inteligente de su parte porque Nash no soportó la humillación y tras averiguar sus identidades los mandó a matar. El delator aparentemente fue el mismo Holmes. En fin, es más largo de contar pero esta historia horrible y fascinante –por lo menos para mí- es la que decidió el realizador James Cox llevar a la pantalla con una convicción y verosimilitud aplastante.

Seguramente no es muy grato de ver el tortuoso proceso que arrastra a un hombre a la decadencia moral más abyecta. Pero de eso se trata Excesos: la monstruosidad que emerge cuando la voluntad se ve quebrantada por los efectos devastadores de las drogas. Lo poco humano que quedaba en Holmes se lo reservaba para compartirlo con Dawn, su novia adolescente. No está ausente en la película y nadie osaría acusar a los guionistas de animadversión alguna hacia el personaje. La minuciosa reconstrucción que se hizo de su figura para un especial de E! -True Hollywood Story lo demuestra con creces.

La estructura de la que se vale Cox recuerda a Rashomon por aquello de que un mismo suceso es descripto de distintas formas según el punto de vista del testigo. Los que esperen una biopic de Holmes deben saber que el alcance de la misma es limitada. Los asesinatos de la calle Wonderland provocaron un escándalo mórbido en su momento y un quiebre definitivo en la vida del poderoso rey del porno. Considerando el daño que siguió infringiendo afectado por su mente enferma es lamentable que no hubiese concluido su existencia en la cárcel (murió de SIDA en 1988 a los 45 años). El rol de Holmes recayó en Val Kilmer -un actor posiblemente muy subvalorado por la crítica a pesar de su insuperable actuación como Jim Morrison en The Doors– quien no sólo adopta el parecido físico indispensable sino que también logra transmitir las contradicciones y bajezas del personaje con una facilidad asombrosa. Del impecable y numeroso elenco voy a destacar a la bella Kate Bosworth por su importancia en la trama (es Dawn Schiller, la joven pareja de Holmes, que es una de las consultoras y productoras del filme) y a Lisa Kudrow (Sharon, la ex esposa) por una escena brillante en la que con ánimo apesadumbrado le recuerda a su shoqueado ex marido (sumergido en una bañera limpiándose la sangre de sus desafortunados “amigos”) cuándo dejó de quererlo y por qué. Magia pura…

Título: Excesos.
Título Original: Wonderland.
Dirección: James Cox.
Intérpretes: Val Kilmer, Lisa Kudrow, Kate Bosworth, Christina Applegate, Josh Lucas, Dylan McDermott, Carrie Fisher, Tim Blake Nelson, Natasha Gregson Wagner, Janeane Garofalo, Ted Levine, Eric Bogosian.
Género: Crimen, Drama, Misterio, Biografía.
Clasificación: Apta mayores de 16 años, con reservas.
Duración: 104 minutos..
Origen: Canadá/ EE.UU.
Año de realización: 2003.
Distribuidora: Quasar Films.
Fecha de Estreno: 05/08/2004.

Puntaje: 7 (siete)

NOTAS RELACIONADAS

Dejar una respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here

ÚLTIMAS PUBLICACIONES