Por Emiliano Fernández
Desde hace unos años se vienen estrenando en Argentina numerosas películas japonesas de terror como Dark Water, One Missed Call, Audition, las Ringu, las Ju- On, etc. Estos films han sido agrupados por la prensa y los fans, a nivel internacional, bajo el explícito rótulo “J- Horror”. La Premonición (Yogen, 2004) es un nuevo ejemplo de esta vertiente 
cinematográfica que tiene por centro temático a los fantasmas, las maldiciones en cadena y las pitonisas/ brujas.
Hideki Satomi (Hiroshi Mikami) viaja en auto por las afueras de la ciudad junto a su esposa Ayaka (la hermosísima Noriko Sakai) y su pequeña hija Nana (Hana Inoue). Frente a la imposibilidad de mandar un email a través de su computadora portátil, decide parar en una cabina telefónica para enviar la misiva. De la nada aparece un recorte de un diario que deja leer un artículo anunciando el fallecimiento de Nana. Inmediatamente después, él y su esposa presencian la muerte de su hija cuando un camión a toda velocidad choca frontalmente el auto de la pareja, en el que se encontraba la niña. Salto temporal mediante, la historia avanza tres años. Hideki y Ayaka están divorciados y aún luchan por sobrellevar el dolor. Mientras que la mujer realiza extraños experimentos con videntes, su ex esposo comienza a ver recurrentemente artículos periodísticos que aparecen volando y que anuncian espantosos asesinatos, accidentes, suicidios, tragedias, etc.
Como en el resto de las películas de J- Horror, aquí encontramos aportes relevantes al género de terror en general: la mitología oriental, el ritmo pausado, la ausencia de sangre y la influencia del surrealismo (en este ultimo caso, sobre todo en los finales fragmentados, oníricos y ambivalentes que caracterizan a esta vertiente japonesa reciente). La Premonición avanza sin apuro, apoyándose más en climas minimalistas que en sustos sistemáticos, con el fin de retratar a la pareja protagonista, un par de seres torturados que no pueden desprenderse del espectro inquietante de su hija muerta.
El director del film, Norio Tsuruta (Ringu 0, 2000), realiza un trabajo correcto pero algo chato desde lo formal. Apelando a diversos toques melodramáticos, construye un relato que genera empatía en el espectador pero que nunca termina de tomar el vuelo necesario,
pudiendo ser mucho mejor de lo que finalmente es. Sin embargo, la película está bien estructurada y constituye una alternativa más que interesante a la actual producción hollywoodense de terror, centrada ésta casi exclusivamente en remakes pasatistas de los clásicos inoxidables del género.
Sin llegar a las alturas de obras maestras como Dark Water o Audition, La Premonición es un film recomendable y válido. Reflexiona sobre el destino al presentarnos las dos opciones conceptuales a partir de las cuales podemos pensarlo: como producto del azar, de la casualidad pura que remite a lo fortuito, o como creación de nuestra propia voluntad, de nuestras decisiones y sus repercusiones materiales. A pesar de que esta antiquísima lucha dialéctica parece no tener solución, el film opta por considerarnos responsables de nuestros actos, por más que conozcamos las noticias del mañana. La Premonición estima que ese porvenir deja resquicios a través de los cuales podemos revertir situaciones que a primera vista parecen incontrolables, terriblemente inevitables.
Título: La premonición.
Título Original: Yogen.
Dirección: Norio Tsuruta.
Intérpretes: Hiroshi Mikami, Noriko Sakai, Maki Horikita, Mayumi Ono, Kei Yamamoto, Kazuko Yoshiyuki.
Género: Terror, J-Horror.
Clasificación: Apta mayores de 13 años, con reservas.
Duración: 95 minutos.
Origen: Japón.
Año de realización: 2004.
Distribuidora: Pachamama Cine.
Fecha de Estreno: 27/07/2006.
Puntaje: 6 (seis)
