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domingo, 28 abril 2024
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Motivos para no enamorarse: DJ Cliché

Confieso ser el primer interesado en que la industria fílmica nacional incursione en la comedia comercial hecha como Dios manda. El cine de autor está muy bien para los festivales internacionales y es cierto que le ha otorgado prestigio a nuestro país en el exterior gracias al aporte de artistas como Lucrecia Martel, Lucía Puenzo y, entre otros, Pablo Trapero. Sin embargo, la gran mayoría de ellos no ha superado una prueba de fuego: explotar sus obras en el mercado interno. Concretamente, al espectador argentino común sus películas le resbalan. De cuando en cuando algún intento esporádico por capturar ese sector del público se hace presente en la cartelera como un espejismo en el desierto. No marcan una tendencia en absoluto pero se agradece el gesto de concebir un producto a contrapelo de las modas y las conveniencias. Lo ilógico es que estas apreciaciones recaigan sobre filmes de target masivo cuando, en realidad, debería ser al revés. Luego del excelente desempeño de Un novio para mi mujer –sostenido, eso sí, por una impecable campaña publicitaria en los medios de comunicación- ahora le llega el turno a la comedia romántica Motivos para no enamorarse, de Mariano Mucci (responsable de ese delirante grotesco que fue El boquete, un film que mereció mejor suerte). Motivos para no enamorarse se queda a mitad de camino por falta de ideas y en varios pasajes se filtra una fea sensación de vergüenza ajena. Las ganas, la honestidad y el esmero técnico que se perciben en el desempeño de Mucci, de sus técnicos y de los actores Jorge Marrale y Celeste Cid esta vez conmueven y a la vez son insuficientes. Duele que esto pase, tanto como duele asumir lo floja que es la película (los detractores que le pegaban a Suar por Un novio… seguramente se harán aquí un festín).

En pleno siglo XXI me parece inconcebible seguir reiterando clichés del género como el de los leños quemándose en la chimenea para simbolizar el fuego de la pasión. Ya en 1984 la genial Súper secreto (Top Secret!, Zucker-Abrahams-Zucker) se había burlado de esa costumbre con imaginación. Revelando un delay considerable, Mucci utiliza ese execrable y vetusto recurso sin permitirse ni un ápice de ironía al hacerlo. Son breves momentos francamente bochornosos que a esta altura no suelen verse en ninguna cinematografía que se precie de digna. En ese sentido el trabajo del realizador atrasa una barbaridad. Poco lo ayuda la guionista María Laura Gargarella, que demuestra mucho amor por el género y escasa aptitud para desarrollarlo. De por sí la historia y sus personajes no son para nada modernos. Ella (Clara) es una vieja en el cuerpo de una joven de veinticinco y él (Teo) hace tiempo que cuenta canas en su rutinaria vida de jubilado prematuro. Por ende, no extraña que se enamoren pese a la diferencia de edad. Los lugares por donde se mueven –el barrio, el edificio de Teo, el bar de la esquina, el call center donde trabaja Clara, etc.- son grises y depresivos. El único colorido en este mundo bajoneante -que Mucci describe con escaso vuelo- es el vestuario de Celeste Cid. Lo raro es que esos vestidos no condicen para nada con un personaje tan negativo y anticuado. Pero admito que esto es discutible: simplemente una apreciación personal…

Cuando uno piensa en una comedia romántica simple que nos gustó, que nos dejó algo, en ocasiones son los pequeños detalles de observación en la conducta de los personajes los que construyen un relato sólido. Motivos para no enamorarse, por lo general, no los tiene y por eso todo el andamiaje narrativo queda supeditado a las posibilidades actorales de Marrale y Cid. El veterano actor de Las manos lucha denodadamente por imponer su oficio en un rol bastante descuidado por la autora y es la diminuta Celeste, con todas las contradicciones de su rol a cuestas, quien se pone la película al hombro con una fotogenia y una convicción envidiables. Si persiste en el género tranquilamente podría convertirse en una Audrey Tautou argenta por méritos propios. Será cuestión de acertar un poco más en los proyectos venideros y esperar que el título Motivos para no enamorarse no sea reemplazado por Motivos para no volver a filmar

Título: Motivos para no enamorarse.
Título original: Idem.
Dirección: Mariano Mucci.
Intérpretes: Jorge Marrale, Celeste Cid, Laura Azcurra, Irene Sexer, Esteban Meloni, Mónica Gonzaga, Mariana Briski, Rodolfo Ranni, Mauro Argento, Andrés Zurita y Alejandro Álvarez.
Género: Comedia, Romance.
Calificación: Apta mayores de 13 años con reservas.
Duración: 90 minutos.
Origen: Argentina.
Año de realización: 2008.
Distribuidora: Distribution Company.
Fecha de estreno: 04/09/2008.

Puntaje: 4 (cuatro)

El staff opinó:

Piénsese en los desaciertos de Un novio para mi mujer, multiplíquese por un guion de una elementalidad preocupante y divídase por el encanto de la cautivadora debutante Celeste Cid, y así se obtendrá esta deslucida comedia romántica…Pablo E. Arahuete (4 puntos)

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