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lunes, 29 abril 2024
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El corredor nocturno: Un tropezón a veces es caída

Por Pablo E. Arahuete

Leonardo Sbaraglia corre y el film fluye; Leonardo Sbaraglia se detiene y el film se disgrega, se pierde, se gasta y finalmente se derrumba. Baste este párrafo introductorio para sintetizar las virtudes y defectos de El corredor nocturno, adaptación de Nicolás Saad sobre la novela del uruguayo Hugo Burel, dirigida por el realizador español Gerardo Herrero y producida entre otros por Telefé.

La traición, la culpa y el juego del doble son los basamentos que sostienen esta endeble estructura narrativa que cuenta con los protagónicos del ya mencionado Sbaraglia y Miguel Ángel Solá. Eduardo López (Sbaraglia), gerente de una compañía de seguros, casado con hijos y de buen pasar económico espera ansiosamente hacerse cargo del directorio de la empresa cuando irrumpe azarosamente (en apariencia) un misterioso hombre llamado Raimundo Conti (Miguel Ángel Solá). Más allá del aspecto carismático de Conti, el sorprendido López empieza a desconfiar cuando aquel demuestra conocer con pelos y señales todos sus movimientos, así como de su rapidez para involucrarse en el entorno más íntimo.

A fuerza de un ritmo sostenido donde la dirección de Herrero no es más que correcta el relato se sumerge en una suerte de carrera contra el tiempo a partir de un mecanismo de extorsión y coacción manejado al dedillo por Conti, en el cual López comienza a exhibir rasgos de su personalidad que hasta el momento permanecían ocultos, además de un secreto del pasado que opera no sólo como elemento de extorsión sino como sutil detonante de la culpa.

 

Ahora bien, la poca información sobre Conti deja abierta la chance remota de que en realidad todo sea un invento de López, una especie de Dr. Jekyll y Mr. Hyde tirado de los pelos, pero en realidad sumando los escasos indicios debería pensarse que se trata de un “William Wilson”, recordando aquel cuento de Edgard Allan Poe en el sentido de que Conti representa la otra mitad de López como entidad existente y no inventada.

Sin embargo, sin revelar -por razones obvias- el nudo y desenlace de la película, estas elucubraciones quedarán desechadas en primera instancia por la poca solidez del guion que deposita en manos de sus personajes principales todo el trabajo (Sbaraglia y Solá brillantes por cierto) sin una mínima construcción narrativa que habilite alguna lectura por encima de la superficie.

Por eso, Gerardo Herrero no acierta en el rumbo elegido y construye los mismos obstáculos que su película se empeña en sortear pese a que el ritmo no decae; pero no logra superar esa zona gris de ambigüedad que confunde y clausura el camino, incluso cometiendo -quizá no intencionalmente- una estafa al espectador.

Título: El corredor nocturno.
Título original: Idem.
Dirección: Gerardo Herrero.
Intérpretes: Leonardo Sbaraglia, Miguel Ángel Solá, Érica Rivas, Jorge Sabate, Marta Lubos, Manuel Vicente, Ricardo Díaz Mourelle, Umbra Colombo, Roberto Vallejos y Santiago Daicz.
Género: Basado en novela, Thriller.
Calificación: Apta mayores de 13 años, con reservas.
Duración:98 minutos.
Origen: Argentina/ España.
Año de realización: 2009.
Distribuidora: Alfa Films.
Fecha de estreno: 29/10/2009.

Puntaje: 5 (cinco)

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