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sábado, 27 abril 2024
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La vida de David Gale: Parker continúa reflexionando

Por Sergio Dobosz

El director británico Alan Parker, autor de obras tan notables como Expreso de medianoche, Alas de libertad, Corazón satánico, The Wall y Mississippi en llamas, vuelve ahora con su última obra, La vida de David Gale, un film de marcado corte político, que ha sido recibido en los Estados Unidos bastante fríamente, dada la explícita denuncia que realiza hacia el sistema judicial de algunos estados de este país.

Esta película nos vuelve a poner frente a un interesante dilema: ¿la pena de muerte es buena o mala en sí misma? ¿sólo lo es en tanto que su aplicación es injusta? Evidentemente, vale la pena reflexionar sobre el tema. De hecho, no es que la película plantee esta cuestión abiertamente, pero lo cierto es que si sus autores tenían algo que decir sobre la pena de muerte, cabe pensar: que esto era muy simple -decir que el sistema es injusto-, o bien que era muy ambiguo.

La trama de la película cuenta, en retrospectiva, los eventos que ocasionaron que David Gale (Kevin Spacey) terminara en presidio, aguardando su ejecución por un violento crimen. La ironía del asunto es que Gale era uno de los principales opositores a la pena de muerte, pues balanceaba su vida como profesor universitario con constantes labores como activista para la organización “Death Watch”, que busca la abolición de esta forma de castigo. Tres días antes de su ejecución, Gale acepta dar una serie de entrevistas a Bitsey Bloom (Kate Winslet), una tenaz e inteligente reportera, y en el curso de estas conversaciones empieza a asomarse la posibilidad de que Gale sea inocente del crimen que lo ha puesto en esa situación, y que tal vez sea víctima de una conspiración que busca restar credibilidad al movimiento abolicionista.

Mediante un planteamiento claro, conciso y un desarrollo basado en la alternancia entre los avances en la investigación de Bloom y la narración de los hechos por parte de Gale mediante unos flashbacks muy bien incorporados al relato, el guión consigue mantener la atención del espectador en todo momento, sorprendiendo con un desenlace imprevisible que no deja ningún cabo suelto y que convierte la historia en una narración interesante y del todo coherente. La realización de Alan Parker, elegante y muy cuidada como en todas sus películas, vuelve a ser en ésta de una calidad más que notable; se destaca, de entre las muchas escenas dignas de mención, uno de los fragmentos finales en el que se describe la última comida del reo. El montaje propicia aquí uno de sus trucos de magia; editada en paralelo con el discurso ante la prensa del portavoz de la prisión, la explicación detallada de la comida se alterna con la otra que enumera los ingredientes del otro cocktail, éste mortal, que se administrará a Gale. Ambas descripciones se entremezclan acabando con la afirmación del funcionario de que el costo de la inyección letal es tan sólo de 86 dólares. El montaje en paralelo provoca el equívoco de interpretar esta cantidad como si fuera el precio que para los contribuyentes debe suponer el apetitoso último menú de un condenado a muerte, ínfimo costo en cualquier caso para la aniquilación de una vida humana. Valiéndose de una súbita articulación de todas las desperdigadas piezas lanzadas con desdén en los minutos anteriores, el guión de Charles Randolph consigue milagrosamente la transformación de un filme fallido en un mecanismo de engranaje preciso que deja boquiabierto al espectador y consigue su sorpresa en momentos en donde solo se aguarda un final convencional.

Por el lado de los actores se podría decir que es sin duda uno de los aciertos de Parker. Junto a un Kevin Spacey –desde ya excelente-, la magnífica Laura Linney vuelve a demostrar sus enormes cualidades interpretativas, convirtiéndose en la gran atracción de la película, y robando cada una de las escenas en las que aparece. La interpretación de Kate Winslet es también ciertamente rescatable, aunque decaiga hacia el final, destruyendo con su exceso de lágrimas e histerismo una magnífica caracterización de mujer fría y de agrio carácter muy bien conseguida durante la primera mitad de la película.

Con La vida de David Gale, Alan Parker continúa demostrando que es un director de enorme peso en la cinematografía actual. Convertido prácticamente en un realizador de culto, su filmografía constata que en el terreno en el que mejor se mueve es el de la crítica social, género para el que ha desarrollado las mejores obras. Con David Gale carga nuevamente las tintas contra aspectos de la sociedad que le molestan, llevando a cabo un guión que coincide, con su idea opuesta a la pena de muerte. El film aparece en un momento especialmente delicado en las disquisiciones sobre este tema, en el que los atentados del 11 de Septiembre han provocado un aumento del conservadurismo en la sociedad americana contra los delitos de asesinato, y el índice de ciudadanos que se muestran favorables a la aplicación de estos lamentables métodos se ha incrementado sensiblemente. Pese a estos condicionantes que impiden o dificultan una concienciación mayor del público al cual se dirige principalmente la película, hay que recordar que esta tampoco consigue transmitir un mensaje tan rotundo y efectivo como hubiera sido deseable, por lo que la polémica que debiera despertar queda parcialmente oculta por las consabidas fórmulas de comercialidad de un buen thriller. Ante lo expuesto, y aunque no llegue tal vez a erigirse como una de las mejores obras de Parker, La vida de David Gale es al menos una oportunidad de disfrutar de buen cine, y que además permite reflexionar sobre uno de los mecanismos más crueles de pretendida justicia que aún prevalecen en algunas de las consideradas sociedades de avanzada.

Título: La vida de David Gale.
Título Original: The life of David Gale.
Dirección: Alan Parker.
Intérpretes: Kevin Spacey, Kate Winslet, Laura Linney, Gabriel Mann, Matt Craven, Leon Rippy, Rhona Mitra, Jim Beaver, Melissa McCarthy, Cleo King, Constance Jones y Lee Ritchey.
Género: Drama, Crimen.
Clasificación: Apta mayores de 16 años.
Duración: 130 minutos.
Origen: Reino Unido/ Alemania/ España/ EE.UU.
Año de realización: 2003.
Distribuidora: Lumiére Films.
Fecha de Estreno: 23/10/2003.

Puntaje: 7 (siete)

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