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martes, 18 noviembre 2025
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Crónicas de la 58ª edición del Festival Internacional de Sitges: Último día

Por Joan Segovia, corresponsal en España

Sitges 2025 – Último día: Todo lo bueno llega a su fin

El último día de festival amaneció con el cielo encapotado. Después de tantos días de sol, parecía que Sitges también necesitaba un respiro. El paseo marítimo, normalmente lleno de bañistas, estaba ahora desierto. Las salas volvían a rebosar de amantes del cine buscando una nueva dosis.

Por la mañana, tocaba volver a los orígenes con la reposición en 4K de Angel’s Egg, la obra maestra de Mamoru Oshii con diseño artístico de Yoshitaka Amano, el mítico ilustrador de Final Fantasy. La restauración luce impresionante: las texturas, los contrastes y la profundidad del color realzan la belleza etérea del film. Cada trazo parece flotar en un sueño suspendido en la época donde la animación para adultos nacía en Japón y conquistaba el mundo entero. Pero en el revisionado, algo se percibe distinto. Esa magia que hace cuarenta años nos atrapaba por pura fascinación visual hoy se diluye. Quizá el problema no sea del film, sino de nosotros: ya no basta con la contemplación del imaginario de la obra. En tiempos donde todo debe tener un sentido inmediato, Angel’s Egg se siente tan libre que desconecta; su narrativa enigmática y sus silencios eternos dejan al espectador actual un poco fuera de juego. Aun así, sigue siendo una experiencia hipnótica, aunque menos arrebatadora de lo que uno recordaba.

La restauración en 4K de Angel’s Egg (1985) realza las texturas, los contrastes y la profundidad del color.

Por la tarde, el festival volvió a levantar el ánimo con Tengosei〜Shaman Star, del japonés Hidenori Inoue, una nueva muestra de Geki x Cine, esa mezcla fascinante entre teatro kabuki y cine espectacular. Aquí no existe la magia de la edición ni del CGI: cada gesto, cada línea, cada destello de katana tiene la cadencia de una coreografía teatral cuidadosamente ensayada. Tengosei es una fiesta visual: decorados teatrales que rivalizan con cualquier gran escenario europeo, actuaciones exuberantes y un dominio técnico de los efectos en directo que dejan boquiabierto. Menos musical que otras obras del género, apuesta más por la acción: combates con katana perfectamente sincronizados, velocidad, color y energía. Es pura artesanía llevada al exceso, y una delicia para cualquiera que disfrute de un espectáculo más puro y directo que el cine. Ojalá llegue pronto a streaming, porque merece ser vista más allá del circuito de festivales. Por el momento nos conformaremos con las otras obras de la compañía que hay en Netflix y Filmin, 100% recomendadas.

Un pasaje de Tengosei〜Shaman Star, del japonés Hidenori Inoue, una nueva muestra de Geki x Cine.

La tarde cerró con Night Patrol, del estadounidense Ryan Prows, que puso el broche final a un festival con claroscuros. Es una película difícil de analizar sin tener en cuenta su prisma racial y cultural: una historia de policías blancos enfrentados a pandilleros negros en un Los Ángeles que se balancea entre la fantasía y la alegoría. Pero en este caso, el giro lo cambia todo: los policías son demonios chupasangre y los pandilleros, guerreros sagrados zulús. La metáfora se hace evidente. El resultado es un film extraño, irregular pero entretenido, que mezcla acción, horror y comentario social sin terminar de afinar del todo ninguno. Hay ideas potentes, pero faltan personajes con los que empatizar y escenas que dejen huella. Lo que queda es un ejercicio visual curioso, una fábula urbana que juega con símbolos potentes sin alcanzar del todo su propio mensaje.

Night Patrol, del estadounidense Ryan Prows, puso el broche final a un festival con claroscuros.

Cuando salí de la sala, la lluvia caía con fuerza sobre las calles ya medio vacías. La tormenta puso la banda sonora perfecta para despedirse: un cierre melancólico y húmedo. La lluvia terminó por caer con fuerza, cerrando el festival como su telón final. Sitges, fiel a su espíritu, no deja indiferente al que lo visita y, un año más, me ha entregado grandes historias que espero recordar mucho tiempo. Mañana toca descansar, reflexionar y analizar el palmarés de premios, aunque aquí cada uno se hace su propia lista de favoritas y recomendadas. Y como siempre, solo le pido a 2026 más y mejor.

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