Por Emiliano Fernández
Un film como Heredero del Diablo (Devil’s Due, 2014) representa una derrota desde múltiples puntos de vista, todos tristemente relacionados: por un lado tenemos un mainstream que se apega a fórmulas gastadas que garantizan una alta rentabilidad a partir de presupuestos mínimos, en segunda instancia encontramos a distribuidores locales que colaboran en la infantilización progresiva del terror mediante el estreno en copias dobladas (para colmo con voces de acento mexicano), y finalmente está el público consumidor que sigue pagando la entrada para ver más y más mamarrachos insalvables como el presente.
Resulta curioso que el “horror masivo”, financiado en esta oportunidad por la mismísima Fox, continúe insistiendo con ese díptico ya vetusto conformado por los ecos trasnochados del cine asiático de fantasmas y las propuestas de “found footage” símil la muy lejana El Proyecto Blair Witch (The Blair Witch Project, 1999). Si uno observa con detenimiento las pocas películas del género que llegan a las salas comerciales argentinas, parecería que nunca existió -ni existe- el extremismo europeo, la mixtura revulsiva coreana, los opus indies del underground norteamericano o el clasicismo esteticista del resto del globo.

Ahora bien, la obra que nos ocupa no es más que una cruza malograda entre El Bebé de Rosemary (Rosemary’s Baby, 1968) y Actividad Paranormal (Paranormal Activity, 2007), una conjunción temática que se extiende a la estructura del convite: luego de una luna de miel en República Dominicana para la parejita de turno, por supuesto con fecundación satánica incluida, los miembros del simpático culto responsable instalan cámaras en distintos puntos neurálgicos del hogar familiar. Nuevamente la originalidad brilla por su ausencia y el cansancio formal sepulta toda posibilidad de desarrollo dramático o empatía.
En Heredero del Diablo prevalecen los diálogos trillados, las situaciones tan previsibles como aburridas, actuaciones insignificantes y otra lamentable colección de sustos técnicos cronometrados. Cuando llega la escena/ enfrentamiento final, momento para el cual el estudio suele “soltar” un poco más de dólares para los efectos visuales, a los directores Matt Bettinelli-Olpin y Tyler Gillett no se les ocurre otra idea que calcar su mediocre episodio de la paupérrima Las Crónicas del Miedo (V/H/S, 2012), intitulado 10/31/98: este Lucifer de cotillón no logra justificar los 89 minutos de metraje ni su condición de “semental”…
Título: Heredero del Diablo.
Titulo Original: Devil´s Due.
Director: Matt Bettinelli-Olpin y Tyler Gillett.
Intérpretes: Allison Miller, Zach Gilford, Sam Anderson, Roger Payano, Vanessa Ray y Bill Martin Williams.
Género: Horror, Terror.
Calificación: Apta mayores de 16 años.
Duración: 89 minutos.
Origen: EE.UU.
Año Realización: 2014.
Distribuidora: Fox.
Fecha Estreno: 13/03/2014.
Puntaje: 2 (dos)
