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sábado, 27 abril 2024
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Natalia Smirnoff: Me gustaría pensar a una artista como una esponja que adelanta lo que va a pasar

Por Laura Pacheco Mora y Pablo Arahuete

Reflexionar en el cine parece algo de otro tiempo, una moda de otra época no alcanzada por la prisa de lo instantáneo. Para nosotros en Cinefreaks reflexionar implica salir a buscar voces, que ayuden no solamente a conocerse sino a cambiar el foco cuando todo parece contaminado por el mismo color. A Natalia Smirnoff le sucedió algo similar cuando se propuso “desafinar” desde su nuevo opus La afinadora de árboles. Por eso, la entrevistamos en stéreo; por eso no podíamos dejar de agradecerle y compartirlo con todos ustedes.

 

Laura Pacheco Mora: -¿Cuál es el principal mensaje de La afinadora de árboles? y ¿Qué expectativas tenés en especial con respecto a la recepción del público?

Natalia Smirnoff: –Creo que no me gusta pensar en un sólo mensaje para una película, sino en temas. Que existan varios temas a pensar. Pero creo que el que más me interesaba explorar tiene que ver con la posibilidad de expansión que uno puede llegar cuando cumplió determinados objetivos, sueños.

Y hay algo del camino individual que no lleva necesariamente a una mayor expansión espiritual sino al revés, tal vez a una económica, pero que eso mismo se convierte en la caja trampa hacia el exterior.

O sea, si todo es para mí o mi familia, hay algo que es un poco pequeño.  Si no soy consciente de los que me rodean y cómo mejorando eso algo más profundo se transforma en mí, algo no entendí.

Tengo claro que el público femenino puede entender y sentir más la película. Me parece natural pensando desde el lugar donde la escribí.

También es una generalidad porque muchos hombres se conmueven más que otras mujeres. Por supuesto, pero hay algo de lo íntimo del mecanismo que está ahí. A veces siento que el consumismo, la tecnología, nos está matando un poco. Vivimos atrapados y distraídos. Pasan cosas maravillosas alrededor que ni percibimos. Reflexionar sobre lo que nos encapsula, lo que absorbemos sin cuestionar, lo que no nos preguntamos es algo que me importa y mucho.

Natalia Smirnoff: 2

Pablo E. Arahuete: -¿Considerás que es bueno a veces desafinar en la monotonía de la vida para encontrar nuevas melodías que generen cambios en la rutina? ¿Cuándo sentís ese momento en tu cine?

Natalia Smirnoff: Considero muy bueno desafinar. Considero muy bueno romper la rutina porque es lo que nos permite salir de la sistematización, de la parte que nos volvemos robóticos. La creatividad surge de esos resquicios. En cuanto a mis películas, cuando por ejemplo improvisamos y se rompe el guion esos momentos se acceden. Se producen rompimientos que tiene algo muy vital. También, la forma con la que filmamos por ejemplo La afinadora de árboles (2019), fue pescando y buscando momentos, sin que todo este planificado. Fernando Lockett tenía la cámara en mano con easy rig, y en muchas escenas -sobre todo en la iglesia, en el comedor y en la escuela- iba buscando qué atrapar. A veces más afinado y a veces menos, pero tuvo mucho de la esencia de la película.

Argentina, ahora y hasta cuándo

L.P.M: -¿Cómo ves al cine nacional en la actualidad?

Natalia Smirnoff: -Me es muy difícil separar al cine nacional. Sé que combatimos con muchos problemas, con una sociedad con una crisis profunda que lucha por sobrevivir y entonces es fácil no valorar al cine y su misión, al lado de necesidades básicas urgentes.

Eso afecta. Pero de todas maneras, más allá de las modas internacionales que nos levantan y nos bajan, nos ponen en el pedestal y luego no, está lo importante que es para una cultura tener una exploración de sí misma.

A mí no me interesa ni me corresponde pensar qué tipo de cine tiene que hacer la Argentina. Puedo pensar sobre lo que considero vital o interesante compartir y reflexionar. Pero no podría hacerlo en función de resultados externos a nivel mundial sino sobre necesidades que siento a mi alrededor, digamos que absorbo o que se me imponen. Las historias se imponen y uno las escucha y atraviesa, como si estuvieran flotando en el aire, en el inconsciente colectivo, y lo agarran a uno y chas, ahora me contás.

El capitalismo ha llegado a extremos tan fuertes que ahora pensamos las películas como productos comerciales. Y eso para mí es un poco pequeño como visión. Lo que ha generado los movimientos mundiales del cine, del arte en general nunca tuvo que ver con la idea de producto.Y la forma de contabilizar espectadores actualmente es imposible.

Se sabe que la gente va poco al cine para estas películas, pero eso no quiere decir que no las vean. No sé si diariamente pero sí semanalmente me escribe alguien que vio una de mis películas recién y que le gustó, o transformó algo y pasaron 10 y 6 años respectivamente. Verónica Chen (Directora y Gionista de cine, argentina)  me dijo una frase sabia: “las películas viven mucho tiempo“. Para mí sobre todo si están creadas desde este lugar, mucho más… Todo el tiempo va cambiando como hacer las películas. La forma que se concebía hace diez años ya no existe. O hace 20. Si una película chica a media salía más o menos bien se estrenaba en muchos países, en salas, eso es cada vez más difícil. Entonces ese mercado y sus leyes cambiaron. Las plataformas hicieron también otra forma de exhibición, de distribución, que además me parece buena, porque se llega automáticamente a mucha gente y de manera sencilla. Lo que hay que tener cuidado es que cada vez que se cierran las bocas de distribución, que se acotan, también se convierte en un mecanismo de poder.

Lo mismo pasa con los festivales. Las posibilidades más amplias tecnológicas de hacer una película habilitaron a que se hagan muchas más películas. Entonces, la competencia o los lugares posibles se volvieron mucho más difíciles. Esto pasa de una manera muy rápida. A su vez yo creo que antes algunas películas, por ejemplo norteamericanas, no intentaban ir a un festival de cine clase A. No era su lugar. Y ahora todos quieren estar. Con lo cual el poder se ha metido ahí. Eso complejiza aún más las cosas.

 L.P.M: -¿Se están abriendo algunas puertas a propuestas diferentes y por qué? 

Natalia Smirnoff: –Todo el tiempo se están creando nuevas formas. Pero yo reflexionaría un poco para qué.

Ahora se están haciendo muchas series.  Están haciendo todos los directores famosos, imagínate el resto! Series web, en fin. Todo este tipo de relatos y sus formas.

Y financiar películas es muy complejo y cada vez lo es más. Para mí es un momento de transición a otra cosa que todavía no sé bien qué es. No sé si ahora todo va a ser series… no creo, ya pasará.

Lo que cambió por ejemplo son los influencers , las redes, los likes, si todo se mide desde un punto de vista económico es una cosa, si es de contenido, es otra, y de durabilidad en el tiempo, otra.

Lo importante de este momento es no dejarse marear y saber que va a pasar de moda. Entonces, prefiero no darle mucha importancia a cosas que tal vez ni mencionemos en 1 año y  sí pensar en las que seguimos mencionando, volviendo de por ejemplo 30 años o 50

Todos nos sistematizamos , no hay forma de escapar totalmente. Pero cada vez que paramos y nos observamos eso frena. La creación, de una forma pura, es una posibilidad de eso mismo. Y opino que desde ahí puede salvar al mundo con personas más enteras, más conectadas digamos, más en paz. Todo puede ir mejor, desde el pequeño lugar que sea.

L.P.M: -¿Qué deberíamos escuchar como sociedad?

Natalia Smirnoff: –Creo que como sociedad no escuchamos, y nos perdemos lo que nos está sucediendo como país pero también como mundo. Ayer escuchaba a Greta, la niña activista de 15 años, y decía que según las cifras, si nada cambia en 2030 se termina todo. Tanto la extinción de las especies que está sucediendo y el cambio climático, todo el tiempo, eso nunca se registró. Y nos preocupa el dólar en vez de estos problemas.  La manipulación y la aceptación de discursos previos creo es el mayor de los problemas.

 L.P.M: -¿Qué define a un artista y en especial a un cineasta?

Natalia Smirnoff: –Me gustaría pensar que un artista debería ser una esponja que adelanta. Que percibe lo que los otros no ven, que se anticipa a contar lo que va a pasar y lo expone. Que nos refleje y exponga, pero siempre adelantando. ¡Muy difícil! Es un narrador con imágenes sensoriales de transmisión.

A jugar con las palabras

Natalia Smirnoff: 3

L.P.M: -A diferencia de tus anteriores películas… ¿Con qué dificultades te encostraste en el camino de la escritura del guion de La afinadora de árboles?

Natalia Smirnoff: –Esta es una historia muy suave, para decirlo de algún modo, donde nada tenía que ser muy fuerte o contundente. Tiene elementos de mi vida, pero me resulta poco biográfica. Quería escribir desde otro lugar, intentando dejar fluir una sensación. Escribí desde el personaje de Clara, sin saber qué le iba a suceder.

Fui dejando correr y fue una experiencia sumamente rica. Como si fuera el personaje y la vida y ese fluir. En “Rompecabezas” (2009) el guion tenía una estructura bastante sólida, y respecto a “El cerrajero” (2014) le di más vueltas al guion pero estaba mucho más articulado previamente. Esta nueva forma me gustó mucho para esta película. No sé si sirve para cualquiera, pero para esta fue genial.

P.E.A: -¿Si tuvieses que trazar un paralelismo de tus personajes femeninos a lo largo de tus películas por dónde empezás a encontrar similitudes y a partir de cuál una transformación emocional y de carácter

Natalia Smirnoff:-No creo que sea un tema de personajes femeninos. Pienso que siempre son personajes en crisis, que utilizan la crisis para poder transformarse, ampliarse. Algo de expandir su libertad interior, luchar contra su cárcel que los limita. En el caso de Rompecabezas es aprendiendo un don, una pasión que la abre a la nueva capa. En El cerrajero, es a pesar de sí mismo, que la situación de ver visiones y la posible paternidad, lo obliga a mirarse y ampliarse. Y en La afinadora de árboles, el reencontrarse con una parte olvidada le plantea la falta de placer que está sintiendo en lo creativo. La pérdida de sentido que la lleva a buscar algo nuevo. Siempre hay algo del don que está en juego. Del don como habilitador.

Miradas, espacios, ideas

L.P.M: -En estos momentos tan sensibles a nivel global respecto a la mirada de género y el avance del empoderamiento de la mujer ¿Cómo influye ese estado cultural en tu creación y en tu postura como mujer?

 Natalia Smirnoff: –Yo siempre tuve una postura como mujer, desde hace muchos años, probablemente porque mi madre la tuvo y las mujeres en mi familia siempre fueron fuertes. Es un tema que siempre me atravesó. Lo que sucede actualmente es genial en varios planos aunque me parece que todavía revoltoso en otros planos, o no tan maduro como si estuviese en un estado de  creación.

Es natural, es genial que se hable todo lo que se está hablando, que se visibilice lo que se está visibilizando, pero no todo el mundo lo tiene procesado de igual forma, no todo el mundo lo ha decantado. Entonces pasan cosas difíciles, como con los adolescentes que requieren miradas adultas que acompañen, y más maduras o de mayor visión en cada tema.

Busco  escapar siempre de las modas, nunca me parece un lugar interesante, es un momento pasajero y yo prefiero lo que perdura más.

L.P.M: -¿Cómo influye el estado general de desánimo que estamos atravesando como país?

Natalia Smirnoff: -Es muy triste ver toda la gente que la pasa muy mal, es muy triste todo lo que sucede, pero también probablemente inevitable. Hace falta un cambio profundo en el sistema, no queda otra.

Fue muy fuerte en esta película ir a esta Iglesia de Dique Lujan, conocer a todos los chicos, ese intercambio. Ver la misión de la gente que ayuda y que sostiene situaciones sumamente complejas. Fue muy fuerte ver el deterioro en estos últimos años. Fui una vez por semana por lo menos durante todo el período de preparación y luego seguí yendo a visitar más espaciado, a tratar de dar clase de cine o lo que fuera, y se veía cuando la necesidad de comida directamente ya es insostenible, es muy poco el resto para otra cosa. En un lugar donde daban talleres de música, pintura, circo, tela, etc, y veía a los niños brillar, luego sentí lo difícil que era sostener eso porque tenían simplemente hambre. Pero por otro lado, el mural que hicimos en conjunto sigue ahí, ellos en una peli, en un libro.. cosas que quedan y son muy lindas.

desde las raíces

P.E.A: -Clara es una mujer con caracter y que tal vez se adecue a lo que decís: ¿Qué te aportó la actriz Paola Barrientos en el personaje de Clara? ¿Por qué la elegiste para protagonizar esta película

Natalia Smirnoff: -Paola me parece una genial actriz. Me emociona mucho ella. Me divierte, me río, me conmueve. La había visto en un ejercicio hace muchos años en puesta en escena de Augusto Fernandes y ya me había fascinado. Luego se hizo mucho más conocida, y en estado de Ira me pareció increíble. Me gusta mucho que además daba una mujer común, vuelta en ilustradora. Me da humanidad. Por otro lado, Paola fue la mejor jugadora, compañera del rodaje. Lo dio todo de una manera fabulosa. Siempre con total entrega, cuestionando, buscando. Siempre haciendo reír a todos. Una más con el equipo. Como estaba en todas las escenas, realmente éramos la familia entera. Nada de divismo sino trabajo puro. Puro talento. Un gran placer.

 

 

 

 

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