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domingo, 28 abril 2024
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Ivan Reitman: El último gran héroe de la comedia norteamericana

Por Soledad Colina

El pasado 12 de febrero de 2022 lamentablemente nos dejó físicamente a sus 75 años el director, escritor, productor y guionista Ivan Reitman. Nacido en Checoslovaquia en 1946, pero residente desde muy joven en Canadá y luego los Estados Unidos, este cineasta fue una figura clave en la comedia norteamericana de los años 80’s, dirigiendo clásicos del género como Gemelos y Un detective en el Kinder, del año 1988 y 1990 respectivamente, y ambas con un cambio de registro total de actuación de la estrella de acción Arnold Schwarzenegger, o la icónica comedia con toques fantásticos Ghostbusters, de 1984, que marcó a todo una generación con su mezcla de humor irreverente y película de ciencia ficción y horror. También fue muy notable su labor por décadas como productor de televisión o en tempranas películas de diferentes colegas como por ejemplo David Cronenberg y su exponente de horror físico Escalofríos (Shivers, 1974).

A modo de homenaje a este influyente y particular realizador haré una pequeña síntesis sobre la historia detrás de su genial Los Cazafantasmas, ya una instaladísima saga que sigue vigente a través de las generaciones y hasta la actualidad…

El actor Dan Aykroyd, un gran aficionado a los temas ligados a lo paranormal, escribe por aquellos primeros años 80’s un borrador sobre un relato acerca de un grupo de cazadores de fantasmas que viajan en el tiempo a diferentes épocas. La idea era poder plasmar esta historia en un largometraje en compañía de John Belushi, colega y gran amigo, pero su repentina muerte por una sobredosis en 1982, deja congelado el futuro proyecto. Aykroyd, desolado tras la trágica pérdida, decide vender los derechos de su historia al primer estudio que muestre interés, pero en el camino se cruza con el director Ivan Reitman y el guionista Harold Ramis quienes leen su escrito con mucho entusiasmo, ven su potencial y lo instigan a seguir los tres en sociedad con el mismo.

Finalmente, el estudio Columbia Pictures les ofrece 25 millones de dólares para comenzar la filmación, un monto muy acotado para la época, pero la suerte, ganas y entusiasmo de estos tres trabajadores del séptimo arte hicieron el resto. Bill Murray fue el primer actor convocado para suplir el papel que hubiera sido para Belushi y las primeras escenas eran de pura improvisación e ideas que constantemente iban mutando debido al magro presupuesto.

Fue casi un milagro lo que luego sucedió con Los Cazafantasmas. La gran química de sus cuatro protagonistas, que se completó junto a Aykroyd y Murray, con el mismo Ramis y Ernie Hudson, y del lado de la figura femenina con Sigourney Weaver, quien venía en ascenso tras protagonizar el magnífico exponente de ciencia-ficción Alien, el octavo pasajero dirigida por el inglés Ridley Scott a fines de los años 70’s, fueron armando un inspirado y excelente reparto. También su fuerte espíritu lúdico; la mezcla de comedia, fantástico, romance y terror, con mucho de esas películas que filmaba la Universal sobre casas embrujadas, fantasmas y demás en la década de los 30’s ; sus impresionantes efectos especiales, como el inolvidable fantasma Pegajoso (Slimer en el idioma original), en una época pre-era digital, y hasta una pegadiza y simpática banda de sonido a cargo del cantante Ray Parker, Jr.

Pero en realidad toda la magia de este clásico se lo debemos al gran Ivan Reitman. El fue el conciliador entre el elenco, quien pensó y plasmó en pantalla el estilismo y su puesta en escena, quien buscó testimonio e inspiración en reales cazadores de eventos paranormales y muchos detalles más, todo con muchísimo acierto. Los Cazafantasmas es una obra liviana, pero llena de encanto, humor inteligente y llena de nostalgia. Única, disfrutable y amena en su estilo, casi cuatro décadas después esta película sigue funcionando, en su fusión entre risas y miedo, y esto es lo que le confiere el status de culto y de obra primordial para entender la cultura Pop y una parte de su iconografía (no olvidemos que dos de sus protagonistas son geeks o nerds, dos auténticos frikis, fanáticos de lo paranormal).

Voy a asumir que son los cuatro personajes principales de la película, un grupo de héroes fuera de lo común, que usarán su inteligencia e ingenio, más que su fuerza física, cómo principal recurso para combatir el mal. Pero nada hubiera sido lo mismo sin la visión y el oficio de un realizador como Ivan Reitman. Como bien lo recordó por estos días su hijo y heredero cinematográfico Jason Reitman en un emotivo posteo en las redes sociales: mi padre fue un gran héroe… y yo agregaría el último de la comedia norteamericana.

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